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lunes, 20 de julio de 2009

Dialogar hasta perder voz y aun entonces, seguir con lenguaje de señas

Parecería que no hay salida. La durísima postura de la delegación de Micheletti ha descarrilado temporalmente el proceso de diálogo que intenta solucionar el conflicto hondureño. Esta posición solo puede ser resultado de un doble discurso: públicamente todo mundo condena lo sucedido, pero privadamente algunos aplauden la salida de Zelaya. La inflexibilidad del gobierno de facto no se basa solo en lo que parece ser una sólida coalición anti-Zelaya en Honduras, sino que además debe tener apoyo en círculos de poder extranjeros.

Aquí mismo en Costa Rica comienzan a aparecer artículos de opinión y editoriales en la línea de "está muy mal que hayan sacado a Zelaya como lo sacaron, pero de alguna manera él también había venido violando la Constitución". Hasta ahora nadie se a atrevido -por lo menos abiertamente- a legitimar el golpe, pero algunos están realmente cerca.

Lo que es innegable es que la solución del conflicto tiene que pasar, irremediablemente, por la restitución del Presidente legítimo. Y esta es la parte que le genera más apoyos solapados al gobierno de facto, precisamente entre todos esos que parecen vehementes en su condena al golpe, pero que en el fondo no quieren el retorno de Zelaya.

Pese a todo esto, es necesario seguir explorando vías de solución pacífica. Como bien lo dijo el Presidente Arias ayer, el pueblo hondureño no se merece la violencia que puede desatarse si se opta por las vías de hecho.

En este sentido, confieso que el Presidente Arias me ha dado una lección de consistencia. Yo hace rato habría tirado la toalla. Pero lo cierto es que no hay opción: hay que seguir dialogando hasta perder la voz y aun entonces, seguir con lenguaje de señas.

jueves, 16 de julio de 2009

Artículo publicado en La Nación de hoy 16 de julio

En su edición del pasado 10 de julio, La Nación editorializa sobre la utilización de diferentes sistemas de compras en el sector público . Por ser un tema trascendental para el país, y aprovechando que se plantean interrogantes válidas, aprovecho la oportunidad para hacer algunas reflexiones que espero sirvan para aclarar las dudas que ahí se expresan.












Dotar al país de un sistema digital de compras para el sector público, ha sido una prioridad del Presidente de la República desde el inicio de su gestión, razón por la cual integró, en el 2006, la Comisión Intersectorial de Gobierno Digital, responsable del desarrollo de este y otros proyectos en el campo de la utilización de tecnologías de información para mejorar la prestación de los servicios públicos.

Tipos de compras. Específicamente en el ámbito de las compras digitales, las necesidades de adquisición de bienes y servicios de los ministerios y las instituciones autónomas, tienen diferencias que se derivan de la naturaleza particular de cada tipo de entidad.

CompraRed , que se ha venido desarrollando desde el 2001 a partir de un mandato legal específico, se definió principalmente en función de las necesidades de ministerios y sus entidades adscritas. Esto hace que para las instituciones autónomas, principales compradoras del sector público, el sistema presente algunas salvedades.

Y no se trata solo de una cuestión de volumen de compras, sino de las particularidades que precisamente definen a las instituciones autónomas.

Por ejemplo, el Patronato Nacional de la Infancia no utiliza CompraRed porque este sistema, entre otras razones, tal y como fue desarrollado no permite comprar con facilidad juguetes para los niños y las niñas de los albergues a su cargo. Existen otras consideraciones de esta índole derivadas de temas relacionados con el ordenamiento jurídico, la tecnología utilizada y otros elementos adicionales. Como resultado de todo lo anterior, actualmente solo 78 de las 318 instituciones públicas que componen el aparato público costarricense han adoptado CompraRed como su sistema digital de compras.

Para superar esta situación, a finales del 2008 se suscribió un convenio entre el Instituto Costarricense de Electricidad y la Comisión Intersectorial de Gobierno Digital, en el que el ICE asume la responsabilidad económica y tecnológica, con el apoyo de la Secretaría Técnica de Gobierno Digital, de desarrollar un sistema digital de compras de última generación que, entre otras cosas, permita la eliminación de papeles, aumente la trasparencia, sea escalable y se adapte a las necesidades particulares de las instituciones autónomas.

Después de valorar diferentes opciones, se optó por el modelo de compras utilizado en Corea del Sur para lo cual, con el auspicio del Gobierno de ese país, se firmó un contrato para el desarrollo de un sistema, denominado Mer-Link, cuyo cronograma de trabajo prevé que una primera etapa entre a funcionar en el mes de marzo del 2010.

Además del ICE, utilizarán el sistema instituciones como la Caja Costarricense del Seguro Social, que recibirá del ICE el soporte necesario no solo para que haga una utilización adecuada de este, sino, además, asistencia en la actualización de su plataforma tecnológica.

El ahorro que se derivará de la utilización por parte de estas dos instituciones de un sistema común de compras digitales excederá por mucho el que se ha obtenido hasta ahora, dado el peso porcentual que ambas entidades tienen en el total de compras que realiza el sector público.

Convergencia deseable. En cuanto a la posibilidad de una convergencia futura entre los dos sistemas, esta no solo es absolutamente posible, sino además deseable. Se necesitará, eso sí, de un gran esfuerzo no solo en lo tecnológico, sino, además, para subsanar aspectos legales –con lo que esto significa en términos de tiempo– y de definición de estándares que deben preceder cualquier iniciativa en esta dirección.

Pero, mientras tanto, podemos contar con un sistema moderno, eficiente y completamente digitalizado, que permita obtener los ahorros que este tipo de esquema de compras sin duda generará al país, dotando a los grandes compradores del sector público de una herramienta que podrán utilizar fácil y rápidamente, con el apoyo decidido del ICE.

miércoles, 15 de julio de 2009

Encuentro sobre el empleo

Todavía estremecido por las metafísicas declaraciones del Secretario General adjunto de ANEP ("los datos de la Caja sobre empleo son reales pero mienten"), quisiera comentar brevemente algunos datos de empleo que se presentaron en el Encuentro que sostuvimos ayer martes 14 en el INA, y la nota periodística que mi excompañera de estudios Irene Vizcaíno publica hoy en La Nación.

Es importante aclarar que nadie tenía la intención de presentar los datos desde una óptica optimista, ni creemos que los datos muestren una situación positiva. El Gobierno está consciente que el coletazo de la crisis se sentirá sobre todo en el segundo semestre. Si los datos le parecieron optimistas a alguien, probablemente no puso mucha atención a la presentación del Presidente del Banco Central. La caída de los indicadores económicos se ha moderado, pero siguen cayendo. Es de esperarse el incio de la recuperación en el primer semestre del próximo año, pero el impacto de la crisis sobre el empleo se prolongará por mucho tiempo. De manera que los datos sobre empleo que se presentaron pueden parecer poco dramáticos, pero los efectos de la crisis no han terminado. Y el Gobierno está perfectamente consciente de esto.

Hecha esta aclaración me parece importante referirme a la reacción de algunos de los sectores. Pero antes es preciso señalar que en este país parece primar la creencia que se es más profundo, más sesudo y analítico si se sostiene una tesis negativa o crítica, aunque no haya sustento en la realidad. Ante la evidencia dura de que la cantidad de asegurados ha disminuido hasta ahora en apenas poco más de 1000 puestos, se ensayan varias explicaciones que surgen de la percepción personal o la evidencia anecdótica: las cifras son reales pero mentirosas, quienes ingresan a la seguridad social lo hacen desde puestos "de subsistencia" (como si no lo fueran todos) o siendo subempleados, o son obligados por imperativos legales. El crecimiento de la cantidad de personas que contribuye a la seguridad social no es un dato positivo, sino producto de factores negativos. Siguiendo esta línea de razonamiento y para que los datos "no mientan", ¡lo consecuente sería que la cantidad de personas aseguradas disminuyera sin ambages, de manera que se muestre en su verdadera dimensión la crisis que las cifras ocultan!.

Yo por mi parte, con la prudencia que me dicta la convicción de que lo más duro aun está por llegar, creo que es muy positivo que aun desde la actividad propia la gente tenga ingresos suficientes como para pagar un seguro voluntario. El ingreso a la formalidad es positiva desde cualquier óptica.

Lo cierto es que todavía hay mucho que hacer. Precisamente por eso se convocó a este encuentro sobre empleo. Si efectivamente se creyera que todo está bien no habría necesidad de hablar sobre el tema. Todo lo contrario.

Es un hecho irrefutable, sin embargo, que la crisis nos encontró en una posición fuerte. Partimos de un desempleo de 4.9%, uno de los más bajos de América Latina. Las proyecciones de la OIT sitúan el nivel de desempleo en el país alrededor de 8% cuando la crisis empiece a revertirse. Este pronóstico puede discutirse, pero finalmente es de esperarse que no lleguemos a tener un porcentaje desempleo de dos dígitos, como si sucede en prácticamente la mayoría de los países desarrollados.

Lo que uno quisiera es que las medidas para enfrentar la crisis y las que se tomen para estimular la reactivación pudieran adoptarse de manera más expedita. Los seis meses que se tomó la Asamblea Legislativa para aprobar el préstamo de $850 millones para infraestructura es un tiempo que pudimos haber aprovechado para echar a andar proyectos que permitieran emplear sobre todo a los trabajadores de menor nivel educativo, provenientes del sector construcción (que de paso, junto con los empleados de industrias manufactureras son quienes han sufrido el mayo impacto). Esto habría permitido además estimular le economía, con lo que la recuperación sería más expedita. Ojalá que si se plantean otras medidas el debate sobre las mismas sea más fluido y genere resultados más rápidamente.

domingo, 12 de julio de 2009

De vuelta, con un tema inusual

Yo sé que hay temas de mayor relevancia. Pero hoy quiero, para marcar mi retorno a este espacio, contarles de un viaje que acabo de hacer. Estuve dos semanas fuera del país, parte trabajo y parte vacaciones. Pasé por Lisboa, A Coruña en Galicia, España; Londres y Madrid.

Vieran que Lisboa es bien bonito. Como le comentaba a mi esposa, las ciudadaes situadas a la vera de ríos o mares siempre tienen un sabor especial. Además, melómano como soy, me encantó oir el "fado", género musical caracterizado por la tristeza de sus letras, y que supuestamente nació de la nostalgia de los marineros embarcados en aquellos interminables viajes de descubrimiento que hicieron los portugueses hace 500 años. Pero además la ciudad tiene un aire bohemio del que es difícil sustraerse. En fin, un lugar diferente dentro de la homogeneidad que tienen las ciudades europeas.

A Coruña resultó una agradable sorpresa, aun cuando en realidad no pude disfrutarlo tanto por mis obligaciones de trabajo. Llegamos a la ciudad el mismo día que declaraban patrimonio de la humanidad la Torre de Hércules, que es el faro romano activo más antiguo del mundo. Esta es una ciudad a la par del mar, y ya por eso tiene un atractivo para mí, que viví mi infancia en Puntarenas. Me hizo gracia la "playa" de Riazor, situada enfrente del estadio de fútbol del equipo del Depor, un espacio de arena de menos de un kilómetro en donde, pese a que no había mucho sol, se encontraban algunos coruñenses pasando el día.

En Madrid estuve en un hotel situado frente a Plaza Santa, uno de mis lugares favoritos de la capital española. Madrid es una ciudad que tiene un sabor muy único, aunque he de decir que el día que llegamos, después del desfile del orgullo gay, las calles estaban muy sucias (cosa que fue resuelta al día siguiente). Pero igual, sentarse a tomarse una sangría o una cerveza en los múltiples lugares al aire libre que uno puede encontrar siempre es un placer. Eso sin contar la obligada visita a la Casa del Libro, y de una noche de flamenco que resultó sin duda uno de los puntos altos del viaje.

Pero sin duda el punto alto del viaje fueron los 4 día que pasé en Londres. La ciudad es abrumadora, y se le nota la antigua gloria imperial. Toda la onda del Palacio de Buckingham, la Torre de Londres, el Parlamento, el sonido de Big Ben, en fin, hay tantos puntos reconocibles que no deja uno de sentir alguna familiaridad cuando camina las calles londinenses.

Sin embargo, la joya de la corona en Londres para mi fue Soho, con sus calles llenas de pubs (a uno de los cuales, situado en Carnaby Street, cuna de la minifalda y la psicodelia, Eva y yo pasábamos todas las noches a descansar antes de irnos al hotel) y un ambiente bohemio en el que es posible sentir esa vibra de la creatividad propia de los espíritus libres. Es dentro de Soho donde está el 90 Wardour Street, lugar en el que una vez funcionara el Marquee, auténtico semillero de la mejor música progresiva del mundo. Cerca de ahí, cruzando Regent Street puede uno encontrar el número 3 de Saville Row. Yo no soy muy aficionado a la música de los Beatles, pero eso no me impide apreciar su legado y su aporte a la música que tanto me gusta. Y bueno, no hay ni creo que habrá un fenómeno global de la magnitud de los Beatles. Y fue en este lugar en donde quedaba el estudio de grabación de donde salieron algunos de sus discos más señeros, estudio además que fue utilizado por otros grupos. Fue en la azotea de este mismo edificio que hace 40 años Paul, John, George y Ringo dieron su concierto final. Increíblemente no hay una placa o algún otro elemento que identifique el edificio, que parecía vacío cuando estuve ahí.

No tuve tiempo de ir a Abbey Road Studios ni de tomar la inevitable foto mía cruzando la zona de seguridad, pero de seguro lo haré la próxima vez que vaya a Londres. ¡¡¡Porque que vuelvo, vuelvo!!!

No piensen ni por un segundo que no fui a los lugares que se espera que uno tiene que ir en Londres. Pero aficionado, no, apasionado de la música como he sido toda la vida, visitar estos lugares tenía un encanto especial. En otra oportunidad les contaré sobre los "otros" lugares... ;-)