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miércoles, 10 de abril de 2013

¿El Santo equivocado?


Doña Pilar Cisneros invoca a San Ramón para que le explique algunos puntos relacionados con la carretera San José – San Ramón. Aunque ni soy santo ni soy Ramón, sí me voy a referir a algunos de los argumentos que Pedro, no el santo si no el Ministro del MOPT, ha venido reiterando para aclarar los temas que tanto inquietan a doña Pilar.

Respecto al costo de las obras, el ejercicio no puede hacerse de la manera tan simple como lo hace doña Pilar, que dice que si la inflación ha sido de un 6% anual en Costa Rica no es posible que el costo de la carretera se haya duplicado en 10 años. Si eso fuera así, nada debería subir mas de 6% anualmente, y todos sabemos que hay cosas que suben mucho mas que eso. 

Para llegar a esta cifra, se calcula cuanto cuesta hacer en el 2013 todo lo que se planteó hacer en el 2004. Y esa es la cifra que da: $523 millones. Valga la pena mencionar que la Cámara de la Construcción de Costa Rica hizo un cálculo el año pasado del costo de la obra civil de la concesión y le dio $488 millones. La diferencia se explica porque en el cálculo no se incluyeron diseños, planos, seguros y costos financieros, entre otros. Ahí están los $523 millones

El monto del peaje se triplicó pese a que el costo de la obra se duplicó, se queja doña Pilar. Pero para esa actualización no solo tiene en cuenta la inflación en Costa Rica, sino además la devaluación del dólar. Dicho de manera sencilla: $3,9 en dólares del 2013 es igual a $1,3 en dólares del 2004. Esa es la explicación.

Dice doña Pilar que el peaje en la Autopista Cañas será el doble de lo que se cobra en la ruta 27 en un tramo similar. Pero lo cierto es que la inversión por kilómetro que se hace en la General Cañas es el doble de la que se hizo en la 27. Y ojo, que la inversión incluye no solo lo que se le hace a la carretera propiamente, como ampliación de carriles, sino obras como los nuevos pasos a desnivel que hará mucho mas fluido y seguro el tránsito en esta carretera. Y ni hablar de lo que se va a hacer en el puente de la platina. Por eso se cobra más.

Ese ramonense que doña Pilar menciona gasta hoy ¢225 efectivamente pagará ¢3,900 después de ejecutada la obra, pero ahorrará mas que eso en tiempo y dinero con los beneficios que le generarán una carretera mas fluida segura. Y aquí es importante mencionar que una buena carretera no es solo la que tiene mas carriles. Esta es una forma muy simple de ver un tema que en realidad es mas complejo. Por ejemplo, los pasos a desnivel tienen una incidencia enorme en la eliminación de las presas en las intersecciones actuales, fuente de perdida de  tiempo para quienes salen o se incorporan a la carretera, sin mencionar los accidentes que propicia en su diseño actual.

Por último, comparar la vía Cañas-Liberia y la carretera San José-San Ramón es como comparar una plaza de futbol con el Estadio Nacional. Decir que porque dos canchas de futbol miden lo mismo el costo debe ser parecido es una forma muy simple, pero incorrecta, de ver este tema. Las obras en ambos proyectos son completamente diferentes. Es cuestión de poner el listado y costo de cada una de las obras que se van a hacer para que la diferencia se haga evidente.

Yo creo que doña Pilar se equivocó de Santo pidiéndole explicaciones a San Ramón, patrono de las personas falsamente acusadas. Tal vez a quien debió haberle pedido era a San Francisco de Sales, patrono de los periodistas, cuyo norte fue siempre la difusión de la verdad. Pero en cosas de Santos me declaro poco informado.


viernes, 5 de abril de 2013

Empleo, subempleo, desempleo

El su editorial del pasado 25 de marzo, La Nación analiza los resultados de la Encuesta Continua de Empleo (ECE) del INEC, con los datos correspondientes al IV trimestre del año 2012. Por tratarse de un ejercicio importante, me permito a continuación agregar algunos elementos que desde nuestra óptica son esenciales para valorar adecuadamente lo que ha venido ocurriendo con el empleo en Costa Rica, sobre todo en los últimos 18 meses.

Una de las características mas importantes de la Encuesta Continua de Empleo es que nos permite revelar tendencias dentro del mercado laboral.  En este sentido, lo que los datos nos indican es que en los últimos 18 meses la tasa de desempleo ha venido disminuyendo paulatina y sostenidamente, pasando de 10,9% en el III trimestre del 2011, a 9,8% en el IV trimestre del 2012. Pero esta es apenas la mitad de la historia. La Encuesta también nos permite medir la creación de empleo, así como el número de personas que sale a buscar trabajo. Y esos datos deben ser agregados en el análisis, para una apropiada evaluación de lo que está pasando en materia de empleo en Costa Rica.

Según los datos de la misma Encuesta, la población costarricense crece alrededor de un 1,2% anualmente. Sin embargo, el número de personas que salió a buscar trabajo en los últimos 18 meses triplicó ese porcentaje –en el caso de las mujeres el porcentaje fue cinco veces mayor-, cifra que atribuye el INEC a las expectativas positivas generadas por una economía creciendo mas de 5%. Pese a ese aumento importante en la cantidad de gente que salió a buscar trabajo, la economía empleó a mas de 77,000 costarricenses y confirmó la tendencia a la disminución del desempleo que se ha venido observando en los últimos 6 trimestres. Pero es esa gran cantidad de personas que salió a buscar trabajo la razón por la cual la tasa de desempleo como tal no disminuye de manera más acelerada. Este es un hecho que no puede obviarse a la hora de analizar lo que pasa.

Hechas estas precisiones debería entenderse mejor lo que está pasando. La economía está creando una cantidad de trabajos tal que puede absorber no solo el crecimiento normal de la fuerza de trabajo, sino además un número extraordinario de personas que ante las expectativas positivas decide salir a buscar empleo. Por eso el número de ocupados crece, no ligeramente como lo dice el editorial, sino en una cantidad que es a todas luces significativa. Y en el año 2011 la situación fue aun mas explosiva: del I Trimestre del 2011 al I Trimestre del 2012, 174,000 personas encontraron trabajo, de las casi 200,000 que salieron a buscarlo.

Es también por estas consideraciones, particulares a la situación costarricense entre otras de índole técnico, que no es posible comparar las cifras de desempleo de nuestro país con las de la región. Esta es un imprecisión metodológica que no es menor. Pero en lo que sí se coincide es en la tendencia a la baja del desempleo, que en nuestro país es algo viene sucediendo en los últimos 18 meses.

Pero hay otros datos importantes, algunos de los cuales revelan cambios importantes en la configuración del mercado laboral costarricense. En el año 2012 se perdieron 8,625 empleos en el sector primario y 6,083 en el secundario. Pero se crearon 97,078 en el sector servicios, confirmando, no solo una transformación que ha venido experimentando nuestra economía en los últimos años, sino además que la fuerza de trabajo costarricense ha podido adaptarse a ese cambio.

En relación al subempleo, los datos indican que existe una relación bastante directa entre la gran cantidad de mujeres que salieron a buscar trabajo y el aumento en la ocupación en el sector comercio. El análisis sugiere que se trata sobre todo de mujeres jóvenes que ante la expectativa económica positiva deciden participar en el mercado laboral, encontrando sobre todo espacio en el sector comercio, en jornadas parciales. Hablamos mayoritariamente de personas que están sumando un ingreso adicional a sus hogares, no de cabezas de hogar. Sin embargo, este es un grupo que requiere contar con posibilidades para optar con mejor preparación que permita aspirar a mejores puestos de trabajo.

Aquí es importante hacer notar que el Gobierno ha venido impulsando políticas que mejoren la empleabilidad, como el fortalecimiento de la educación técnica que ha venido realizando el MEP con la apertura de 60 nuevos colegios de este tipo, que beneficia a casi 10,000 estudiantes; las conversaciones sostenidas con las universidades para que se elaboren planes de estudio en carreras de gran demanda laboral, y el trabajo del INA, que de la mano con organizaciones empresariales ha venido abriendo opciones para capacitación técnica. A esto habría que sumarle los programas que el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social ha venido ejecutando para enfrentar el desempleo juvenil y el tema  de los jóvenes que ni estudian ni trabajan, como el programa Empleáte. Y no se puede olvidar el programa Avancemos, absolutamente pertinente cuando se evidencia en la ECE que el desempleo azota mayoritariamente a quienes tienen secundaria incompleta.

Finalmente, el que los costarricenses tengan la posibilidad de tener un trabajo es importante no solo por razones de dignidad humana, sino porque permite aumentar sus ingresos y de esta manera mejorar su condición de vida. Y eso es lo que ha venido pasando. Según la Encuesta de Hogares del 2012, estimulado por este dinámico mercado laboral, el ingreso promedio de las familias costarricenses creció por encima de la inflación. Eso permitió que por primera vez en cinco años disminuyera la pobreza. De esa manera se cierra el círculo virtuoso crecimiento económico-creación de empleo-aumento del ingreso familiar-disminución de la pobreza que aspira impulsar todo Gobierno. Esto nos confirma que vamos por el camino correcto y hoy Costa Rica avanza.