Twitter

jueves, 25 de mayo de 2017

¿Cuáles son los que quedan?

Dice Luis Guillermo Solís que las obras de infraestructura que ha inaugurado, y que vienen, TODAS, –menos una-, de otras administraciones, son del pueblo de Costa Rica y nadie puede reivindicarlas como propias.  Aparte de la evidente contradicción de decir que nadie puede apropiarse de esas obras, precisamente en actos de inauguración en los que su gobierno trata de hacer precisamente eso (ofreciéndolas como prueba de que el cambio prometido se ha concretado), hay un problema mayor que trasciende este debate, y que podría resumirse en una sencilla pregunta al presidente: ¿y cuales son las obras que deja en marcha su gobierno?

Para alcanzar el desarrollo, se requiere de un esfuerzo sostenido. Cuando de infraestructura se trata, ese esfuerzo debe ser aun mayor. Y en un país como Costa Rica, en el que cuesta tanto hacer las cosas, esto es particularmente cierto, por lo que es poco probable que un gobierno pueda completar todos las etapas del ciclo de un proyecto.

Por esto es común que un gobierno termine inaugurando obras iniciados en gobiernos anteriores, como le ha pasado al actual gobierno con TODAS, –menos una- de las obras que ha inaugurado. Si se quiere reconocer o no el aporte de predecesores en esto, en realidad, es secundario, aunque sirve para calibrar la generosidad o mezquindad de algunas personas. Pero para el país es importante, en esa aspiración al desarrollo que tenemos como sociedad, no solo lo que se inaugura hoy, si no lo que se inaugurará mañana.

Y aquí es donde comienzan los problemas. El actual gobierno no deja NINGÚN proyecto de infraestructura en marcha. No hay NINGÚN proyecto que esté siquiera en sus fases iniciales, ni hablar de su financiamiento o diseño. Nada. La interrupción del ciclo de proyectos de infraestructura que venían ejecutándose desde el 2006, tendrá un impacto en el proceso de desarrollo, cuyas consecuencias la sufrirán las futuras generaciones. Es un resultado esperado de un gobierno que prefirió siempre ver hacia atrás y nunca hacia adelante.

Una nota aparte. Aparentemente estamos perdiendo la ambición como país. Hacer de la inauguración de un puente nuevo, por paradigmático que sea, un evento nacional y un motivo de debate acalorado, refleja una mentalidad muy chiquitita, que ojalá no se convierta en el listón contra el cual se mida el progreso de ahora en adelante. No nos resignemos. Se puede hacer mas y se ha hecho antes.


lunes, 15 de mayo de 2017

En tres años el gobierno ha creado... ¡12,000 empleos!

La última Encuesta Continua de Empleo revela un desempleo de 9,1% al I trimestre del 2017. Estadísticamente no hay una variación significativa, ni con el trimestre anterior ni con el mismo trimestre de 2016. Es decir, el desempleo se encuentra estancado.

Ante este dato tan poco alentador, y en el frenesí propagandístico en el que está este gobierno, se destaca la cifra del número de ocupados, que aumenta en 68,000 personas en un año, como un éxito inédito, de magnitudes superlativas y que confirma que este ha sido, como dicen sin ningún pudor los pocos activistas que le quedan al partido oficial, el mejor gobierno desde el big bang.

Pero, como pasa a menudo con este gobierno, un examen un poco mas riguroso de la información disponible devela la verdadera magnitud de la acción de este gobierno. Resulta que la cifra de ocupados, que pomposamente se exhibe como un éxito, no hace más que revelar la pobreza del desempeño de este gobierno en materia de empleo.

Para mayo de 2014, el número de ocupados en Costa Rica superaba las 2.048,000 personas. Para el primer trimestre del 2017, esa cifra, la misma que se exhibe con gran orgullo, era de apenas 12,000 personas mas, es decir, 2.060,000 personas. En tres años, el gobierno de Luis Guillermo Solís, cuyo exministro de Trabajo dice que aspira a "continuar con el cambio", ha generado empleo para 12,000 personas mas, a razón de 4000 por año.

Recordemos que la meta del gobierno, establecida en el plan nacional de desarrollo, era crear 217,000 empleos. Al ritmo que se han venido creando trabajos en los últimos tres años, este gobierno necesitaría 54 años más para cumplir su propia meta. O sea, tal vez en el año 2071.

Conque terminen el año que les falta, sin tratar de engañar a la gente con cuentas de colores y espejitos, el país se daría por satisfecho.

Twitter: @robertogallardo
Facebook: https://www.facebook.com/roberto.j.gallardo.n/