Twitter

lunes, 23 de abril de 2012

Denunciar para mejorar

Hace unos días la periodista de NCOnce Kristin Hidalgo se quejaba en redes sociales sobre el plagio de una de sus notas informativas. Esta es una queja que verbalmente me habían hecho en el pasado algunos comunicadores, pero hasta ahora ninguno la habia expresado públicamente como lo hiciera por medio de un "tweet" la periodista Hidalgo.

Le pregunté vía redes sociales a algunos otros periodistas sobre esta denuncia. Todos los consultados, Vanessa Loaiza de La Nación, Oscar Ulloa de Reloj, Alejandra Madrigal de ADN Radio, Jessica Quesada de Canal 7 y César González de CRHoy.com me confirmaron esta práctica, que parece mas extendida de lo que uno podría creer, a juzgar por sus comentarios, los que denotan una gran indignación y molestia.

Hicieron, eso sí, diferencias importantes. Una cosa es la coincidencia que deriva de cubrir una misma fuente informativa, y otra la utilización de una noticia como fuente para la propia. Algunos periodistas me han manifestado que hay colegas -sin mencionar nombres-, que han usado textualmente sus notas para presentarlas como propias en sus medios, sin citar la fuente original. Una coincidencia es absolutamente posible cuando se cubren las mismas fuentese, pero usar como propia una información elaborada por otro es algo completamente diferente.

Me sorprende que esto no se denuncie públicamente. Ninguno de los periodistas que consulté, salvo la periodista Loaiza, ha presentado denuncias ante las instancias correspondientes (¿Colegio de Periodistas?) . "Todo mundo sabe quienes son los que hacen esto", me comentó alguno de ellos, cuando les pregunté por qué no denunciaban esta práctica desleal. Pero creo que esto no es suficiente. Se sabrá en el gremio, pero no lo sabemos quienes somos los consumidores de información. Y creo que tenemos derecho a saber quienes hacen su trabajo de manera rigurosa y honesta y quienes no.

Recuerdo el caso del periodista Jayson Blair de The New York Times quien fue despedido, en medio de un gran escándalo, por plagiar información de fuentes regionales para la elaboración de sus notas (aunque también hay que mencionar que Blair no solo plagió, sino que ademas inventó noticias). El caso fue reportado, en primera pagina, por el mismo periódico, que incluso consideró el hecho como el punto mas bajo en la historia de 152 años del medio. Es un buen ejemplo, creo yo, sobre como hay que manejar estos casos.

Por eso me parece que los periodistas deben denunciar esta práctica. Es la única manera de protegernos a nosotros, los que estamos al final de la cadena informativa, de profesionales inescrupulosos que no hacen su tarea. Con el mismo empeño que se denuncia a quienes actúan de manera incorrecta o ilegal en otros ámbitos, habría que hacerlo en estos casos. Es el primer paso para separar el grano de la paja, en una actividad que como la de informar, es vital para la democracia contemporánea.

lunes, 9 de abril de 2012

Mas sobre la felicidad...

Mi blog sobre la felicidad de los costarricenses hizo muy infelices a algunos. Obviamente esa no era mi intención, pero hay cosas sobre las que definitivamente no tengo control. En todo caso, y para efectos de claridad (aunque aun cuando releo lo que escribí, sigo sin encontrar de donde alguna gente saca algunas de sus conclusiones), quisiera referirme a algunos comentarios que recibí, tanto en forma de tweets como de entradas en mi blog.

- Que el pais aparezca entre los mas felices del mundo (y yo nunca dije que era el mas feliz), no lo dice el Gobierno, lo dicen diferentes estudios realizados por instituciones internacionales de prestigio. No se trata de una percepción interesada del Gobierno, sino de las conclusiones de gente que anda buscando mejorar la forma en que se mide el bienestar de los pueblos, en el marco de una discusión global para definir los objetivos post-milenio por parte de Naciones Unidas.

- Que un país se considere feliz en estas mediciones no significa que la población está feliz con el gobierno o que no crea que hay muchas cosas que cambiar y mejorar. Y yo nunca afirmé nada en esa dirección, ni quise implicarlo en mi comentario. Repito: que la gente se considere feliz NO significa que este contenta con el Gobierno o que crea que todo es perfecto en Costa Rica. Es algo mucho mas complejo. En el estudio del Earth's Institute se habla incluso de dos ámbitos de medición: la "felicidad afectiva" que se relaciona con cosas como las alegrías de la amistad cotidiana, el tiempo con la familia, y los malos ratos que se pasa en presas de tránsito; por otro lado esta la "felicidad evaluativa" que tiene que ver con la satisfacción que uno deriva del lugar que uno ocupa en la sociedad. Asi que no se trata de lo que algunos creen, que se citan datos como una forma de darle un espaldarazo a la labor de gobierno, sino comentar un resultado obtenido por gente seria que está en la labor de mejorar indicadores de bienestar para entre otras cosas orientar mejor las políticas publicas.

- Pero ademas existen varias mediciones realizadas por diferentes actores. El informe del Earth's Institute utiliza datos de "Gallup World Poll", el "World Values Survey", el "European Values Survey" y el "European Social Survey". Existen ademas estudios como el "Happy Planet Index", que es precisamente el que pone al pais en primer lugar, y que tiene que ver sobre todo en el tema de desempeño en el tema de sostenibilidad.

- Sobre la fecha de publicación de mi blog. Alguna gente criticó lo que denominaron el "mal momento" en que actualice mi blog, dado que el martes pasado se dio a conocer una noticia relacionada con el exMinistro de Hacienda y que hacia parecer en el mejor de los casos "inoportuno" (o como dijeron algunos "despegado de la realidad") que yo escribiera sobre la felicidad de los costarricenses en momentos en que había una gran indignación. Pero lo cierto es que yo actualice mi blog en la tarde del lunes, como bien puede verse en el blog mismo. De hecho ese mismo día envié varios tweets anunciando la actualización. Y además, esa misma noche, y utilizando una herramienta del TweetDeck (y como siempre hago), "programé" varios tweets para ser enviados la mañana del martes, que fueron los que provocaron la incomodidad de alguna gente. Pero la verdad es que yo no tenia forma de saber que la noticia se iba a dar a conocer ese día. En todo caso no me voy a disculpar por escribir sobre algo que me parece relevante, simplemente porque a alguien cree que hay cosas mas importantes desde su perspectiva particular.

- Me llama la atención que muchos de los que desestiman los resultados de estos estudios se refirieron después con mucho entusiasmo a la noticia que trascendió ayer en el sentido de que "Costa Rica ya no es el pais mas feliz del mundo". Primero, se trata de estudios que no son comparables pues el estudio que nos sitúa en la posición 12 -de 150 paises estudiados-, corresponde a apenas uno de los ámbitos evaluados en el Earth's Institute, mientras que el estudio que nos pone en primer lugar es el "Happy Planet Index". Segundo, no entiendo cómo un estudio es inválido cuando nos muestra en primer lugar, pero debe ser tomado en serio cuando refleja un aparente descenso al doceavo lugar. Pero esa es otra discusión.

- Alguna gente me reclamó velada o abiertamente que no "aprovechara" mi blog para referirme a la renuncia del exMinistro de Hacienda. Incluso me señalaron que algunas otras personas "públicas" se habían manifestado por medio del redes sociales, Twitter y Facebook. Bueno, esa fue su opción. Yo a ese tipo de cosas prefiero referirme de otra forma, porque no creo tener tal poder de síntesis como para decir lo que quiero sobre un tema tan delicado en 140 caracteres.

Desde el punto de vista de mis responsabilidades actuales, esta discusión metodológica para mejorar los indicadores de desarrollo es relevante, porque mediciones mas adecuadas sirven para orientar mejor las políticas publicas, precisamente para mejorar lo que haya que mejorar, y cambiar lo que haya cambiar. De eso se trata.

lunes, 2 de abril de 2012

Sobre la felicidad de los costarricenses

Cada vez que alguien dice que los costarricenses estamos entre los pueblos mas felices del mundo un grupo de gente reacciona con una indignación que me resulta sorprendente. "¿Cómo", parecen decir. "es que se puede decir que este es un pueblo feliz si yo y la gente que conozco es tan infeliz?" "¿Cómo", se preguntan en el paroxismo de la incredulidad, "se puede creer que la gente es feliz si al país se lo está llevando pu...ra mala administración?".

Por supuesto que no hay respuestas simples para algo que tiene un nivel de subjetividad enorme como es el concepto de felicidad. Pero quisiera ensayar un par de hipótesis. Primero, lo que se mide en los denominados índices de felicidad es el nivel de bienestar, no la opinión de la gente respecto a como se hacen las cosas o al estado de los asuntos colectivos. Y en general, me atrevería a decir que los costarricenses somos personas que construimos nuestra felicidad en un intenso disfrute de placeres personales sencillos: ver el partido del Monstruo (aun con el último resultado del clásico), la salida a la Sabana a mejenguear, la tomada de café en la oficina, las fiestas familiares y las mesas de tragos con los amigos los días de pago. Y por eso cuando le preguntan, el tico responde que es feliz. No es que esté satisfecho de cómo van las cosas o que crea que no tenemos problemas urgentes, o que todos los políticos son blancas palomas dechados de virtud y valores éticos, pero está contento con su vida, contento con su situación. Hacer la diferencia entre lo colectivo y lo personal es algo que yo creo hemos sabido hacer desde hace mucho tiempo la mayoría de los ticos, como no parecen hacerlo quienes viven en una estado permanente de ansiedad derivado de su propio pesimismo ante la vida.

Segundo, lo anecdótico no puede superar lo estadístico. La realidad es mucho mas que el círculo cercano de nuestra existencia cotidiana. Que se hayan metido a robar en la casa de a la par no invalida el hecho que los indicadores de criminalidad estén bajando, porque esos indicadores están construidos a partir de información estadística que se recoge con todo rigor y de manera global, no por parte del Gobierno, sino de empresas encuestadoras y organizaciones no gubernamentales. De la misma manera, porque yo y mis amigos seamos infelices y no estemos contentos con el Gobierno (o peor aun que lo odiemos con pasión) , no podemos negar lo que ya no uno, sino varios estudios internacionales, elaborados por gente tan prestigiosa como Jeffrey Sachs, reafirma una y otra vez: que los ticos somos un pueblo feliz. No se trata de estudios en que se forzó a la gente a dar una respuesta en una dirección u otra, se trata de una sistematización de análisis y mediciones que permiten llegar a esa conclusión. No se trata de una ficción interesada del Gobierno que confirma la esquizofrenia de querer vender una mentira, sino del resultado de un trabajo serio hecho por gente seria.

Y está por supuesto otra hipótesis, probablemente la más controversial. Que en el fondo hay gente que es infeliz ante la felicidad de otros. O mas bien, que hay gente con un gran sentimiento de frustración porque su indignación no despierta la indignación de la gente. "¿Cómo", se preguntarán estas personas, "es posible que los demás no vean lo que yo veo?" "¿Cómo es que la gente no quiere tirarse a la calle como yo, que me muero por hacerlo, pero que no quiero hacerlo solo (y este dato, que debería significar algo, es aparentemente obviado por estos personajes)?" "¿Por qué demonios la gran mayoría de los ticos se siente feliz si todo está mal, si estamos gobernados por una gavilla de corruptos que solo actúan en beneficio personal, si no hay esperanza de ningún tipo para este país que inevitablemente se irá a la mi..tad de abajo de la tabla del desarrollo humano?"

La respuesta pasa un poco por señalar una cierta arrogancia histórica que ha existido en este país de algunos grupos que creen que la única lectura válida de la realidad es la propia. Ellos, iluminados en medio de un mar de oscuridad, deben mostrar el camino. Pero la historia muestra que los ticos siempre hemos rechazado los criterios absolutos. No hay blanco y negro (o mas extremo aun como parecen creer algunos, blanquísimo o negrísimo), sino una amplísima gama de grises. Y por eso no creemos los cantos de sirena de quienes quieren arrogarse una comprensión de la realidad que nunca han tenido, ni aceptamos "prima facie" sus apocalípticos pronósticos.

Lo cierto es que los costarricenses obtenemos del Estado un cúmulo de servicios -que sin duda requieren de mejora-, que contribuyen a nuestra felicidad personal. Y finalmente eso es lo que nos importa. La discusión política pura alrededor de conceptos tan inasibles como "proyecto-país", "consenso social", "representatividad efectiva", está tan lejos de la realidad cotidiana de la gente que quienes creen que estas cosas terminarán encendiendo la llama de la indignación social con la que tantos sueñan, no hacen mas que mostrar que tan de espaldas viven de la realidad. Ahora que lo pienso, en la de menos el secreto de la felicidad de los costarricenses radique precisamente en no ponerles atención a los agoreros interesados. Pero, como lo dije al principio, esto de la felicidad es algo bastante complejo.

Es posible que la explicación sobre la felicidad tica tenga elementos de todas las hipótesis expuestas, mas otras adicionales. En materia de felicidad existen tantas realidades como personas. Pero lo que es innegable es lo que se confirma una y otra vez. Somos un pueblo feliz. No tiene nada de malo, y aceptarlo no significa ser pro-gobierno o creer un cuento de hadas, mostrando una candidez equivalente casi que a una incapacidad mental. Vale la pena ver los estudios, analizarlos con rigor, y no rechazar de entrada cualquier conclusión solo porque no coincide con mi propia percepción de las cosas.

Mientras tanto, sigan disfrutando el gane de la Liga. Porque al menos ESA felicidad no les va a durar toda la vida (dicho por un morado ardido)...