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miércoles, 7 de mayo de 2014

Con la frente en alto

A pocas horas de dejar mi cargo como Ministro de Planificación Nacional y Política Económica me abruman sentimientos contradictorios. Un gran alivio por haber terminado otro ciclo de servicio público, satisfacción por todo lo logrado; una gran angustia y desazón por aquellas cosas que no pudimos terminar, ilusión por lo que viene, pero sobre todo, una enorme nostalgia por dejar a un equipo de trabajo que me acompañó en MIDEPLAN. Casi seis de los últimos siete años los pasé al frente del Ministerio. No es poca cosa.

Me voy agradecido con la Presidenta Chinchilla, que me dio la oportunidad de servirle a mi país desde dos puestos en su gobierno. Profundamente agradecido con el sector municipal, que me brindó siempre su apoyo, aun cuando no pude cumplir la promesa de aprobar la primera ley de transferencia de competencias. En deuda permanente con lo cientos de regidores y síndicos en todo el país que siempre me expresaron su cariño y nos ayudaron a ayudar. Conmovido hasta la médula recordando las miles de bendiciones, abrazos y buenos deseos de personas en comunidades que expresaban así su agradecimiento por las cosas en las que pudimos ayudarlos. Emocionado al recordar el apoyo de la cooperación internacional.

Estoy seguro que me equivoqué. Estoy seguro que muchas veces no me apliqué suficiente, que no di el paso extra. Estoy seguro que como Ministro dejé de hacer cosas que debía hacer o no las hice bien. Pero también estoy seguro que actué, como todos mis colegas de gabinete, con absoluta honestidad. Correcto o equivocado. Pero siempre honestamente, que es la única manera que se puede ser honesto. Puedo tener mucho de qué arrepentirme, pero no tengo nada de qué avergonzarme.

Así que sobre todo, y con absoluta convicción, me voy con la frente en alto. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Roberto, como compañera de vida, comparto con vos todos esos sentimientos, sabiendo que mañana despertarás con el mismo entusiasmo y motivación con la que cada día despiertas, deseoso de enfrentar los nuevos retos y proyectos. Te admiro porque sos un ser humano excepcional. Por tu capacidad y honestidad, pero sobre todo por tu entrega, lealtad y don de gentes es que cada día te quiero mas.