La acusación no es suficiente
En Costa Rica es usual que una acusación en contra de algún funcionario público resuene en una ciudadanía que ha tenido que sufrir por la corrupción de algunos políticos. La gente tiene razón de indignarse y exigir que se asuman responsabilidades por los hechos denunciados. Pero esto no debe obnubilar el criterio popular. Una acusación no presupone culpabilidad. Esta es una afirmación que podría parecerle audaz a algunos sectores, sobre todo aquellos que están en el negocio de la defenestración sistemática de la política y los políticos. Pero lo cierto es que creer lo contrario es peligrosísimo para todos, incluidos esos que homologan acusación con sentencia.
En estos últimos perecen estar algunos medios de comunicación, agravado con una interpretación bastante particular del concepto de libertad de prensa lo primero que habría que reafirmar es que un periodista no está protegido por un fuero especial si con su trabajo daña infundadamente honras ajenas. O que su título de periodista le otorga rigurosidad a todo lo que informa. O que su propia visión de los hechos no esté equivocada o sesgada. Libertad de prensa, además de la posibilidad de informar sin cortapisas, supone también rigor en la recopilación de datos, y un balance informativo que ponga primero en duda las conclusiones propias, sobre todo si se contradicen con las de quienes son objeto de acusaciones. Lo normal en estos casos es que quienes informan desestimen como justificaciones “propias de políticos” cualquier visión que sea contraria, ignorando que poner en duda nuestros propios hallazgos es el camino hacia la solidez argumental e informativa.
Lo anterior, que es evidente en muchas de las noticias de esta índole, tiene un efecto perverso, porque refuerza los peores prejuicios ciudadanos, muchos de ellos sin fundamento. Es posible que la gente no haga más que leer un titular, arribar a una conclusión “automática” y olvidarse del asunto. Simplemente se “confirma” lo que “siempre” ha sabido. Y desde esta perspectiva los medios minan su capacidad de informar porque, ¿qué tanto se puede informar en un titular?. De continuar esta tendencia tendremos medios dedicados a la emisión de titulares, cosa que es cercana a lo que algunos medios ya están haciendo en Costa Rica.
Lo cierto es que una acusación simplemente es el inicio de un proceso. A partir de una denuncia periodística puede pasar que se inicie un proceso judicial o que se encuentre que no hay méritos para seguir adelante. Incluso se pueden llevar a cabo juicios cuya resolución sea la absolución de los imputados. Y nadie debería sorprenderse o cuestionar esto, al menos no sin pruebas. La presunción de inocencia es un derecho que nos protege a todos, no solo a los políticos. Y debemos hacer todo lo posible para que esto siga siendo así.
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