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martes, 4 de febrero de 2014

El país que tenemos

En este período en el que se discuten -o al menos eso quisiéramos-, temas trascendentales para el futuro de nuestro país, deberíamos exigir que ese debate se lleve a cabo con el máximo rigor posible. Una premisa básica, para definir el país que queremos, es partir del país que en realidad tenemos.

Los procesos que conducen al desarrollo son complejos y de largo aliento. Para alcanzar niveles de bienestar generalizados, sostenibles y con equidad, requerimos diseñar políticas públicas que partan no solo de los objetivos que se trazan a futuro, sino además de una justa valoración de lo alcanzado. En ese balance en el análisis se encuentra la posibilidad de diseñar estrategias de desarrollo apropiadas y realistas.

¿Cuál es la Costa Rica de hoy? La pregunta no es retórica, pues de la caracterización que hagamos dependerá mucho la forma en la que debemos acometer las tareas del desarrollo. Partimos de la noción indisputable de que tenemos retos y carencias, que falta mucho por avanzar, sobre todo en materia de equidad. Pero sería irracional aceptar que el país es lo que algunos dicen que es: un resonante fracaso colectivo, una sociedad desgarrada en donde campea la pobreza, la inseguridad, el desaliento y el conflicto social.

La Costa Rica del 2014 no es, ni por asomo, la que los heraldos del apocalipsis dicen que es. Se entiende que algunos quieran crear tal sentimiento de desánimo que el electorado crea que cualquier opción da igual y por lo tanto se puede elegir a cualquiera, pero la verdad es otra. No se trata de juzgar la labor de Gobierno, sino de valorar en su justa perspectiva lo que hemos alcanzado como país, requisito fundamental para definir que es lo que queremos.

Lo cierto es, que, como dice el Decimonoveno Informe sobre el Estado de la Nación, en los últimos años “hubo progresos en la contención de la violencia social y mejoras importantes en los indicadores educativos y de salud”. Los avances en materia de seguridad ciudadana  ha hecho que el tema, de urgente preeminencia en la campaña del 2010, haya desaparecido del debate en la campaña del 2014. No podía ser de otra forma después que los asaltos se redujeran de 7,166 en el 2006 a 5,912 en el 2012, los robos a casa y locales comerciales de 19,778 en el 2006 a 16,377 en el 2012, y la tasa de homicidios se redujera dramáticamente de 11.5 por cada 100,000 habitantes, a 8,8 en el período del 2010 al 2012.

En el campo social, en el año 2012 la pobreza, medida por insuficiencia de ingresos, se redujo un 1%, la primera reducción en un quinquenio, y como parte de una reducción de 7% desde 1990. Pero cuando se mide  la pobreza por el método de Necesidades Básicas Insatisfechas, que refleja la eficacia de los programas sociales públicos, el Estado de la Nación, con base en el censo 2011, estima que el porcentaje de hogares con una o mas necesidades básicas insatisfechas se redujo de 36,1% en el año 2000 a 24,6% al momento del censo. Un 46% de los distritos del país experimentó mejoras en este indicador en esos 10 años, y solo un 1,3% un descenso.

Todo esto como resultado de un esfuerzo enorme que se ha venido haciendo desde el 2006 para aumentar la inversión social, desde un 16,8% del PIB en el 2006, al 23% en el año 2012, pese un déficit fiscal que habría llevado a otros precisamente a cortar esta inversión en aras de un equilibrio que ha probado ser letal para los mas necesitados en todo el mundo. Y esto en un entorno de inflación controlada, la menor en los últimos 36 años según la CEPAL.

Igualmente la inversión educación ha venido elevándose paulatinamente, pasando de un 5% del PIB en el 2006 a un 7,2% en el 2012. No es casualidad por ejemplo que el porcentaje de repitentes en educación tradicional haya disminuido de 9,6% en el 2006 a 7,3% en el 2012, o que la deserción intranual en secundaria haya disminuido de 13,2% en el 2006 a 11,1 en el 2011. Agréguese el aumento de la inversión en programas de salud, de 4,9% del PIB en el 2006 a 6,8% en el 2012, lo que ha generado que el año pasado el país redujera la tasa de mortalidad infantil, entre otros indicadores, a su nivel mas bajo de la historia, uno que nos sitúa al nivel de países desarrollados.

Ni hablar del desempeño del país en materia de exportaciones, de atracción de inversiones y de incremento del numero de turistas que nos visitan, actividades en la que el crecimiento ha sido sostenido desde el 2006.

Y no son solo los indicadores nacionales los que muestran que este país está muy lejos de ser el desastre que algunos quieren pintar. Desde afuera nos miran con admiración y resaltan una y otra vez nuestros logros. El Foro Económico Mundial califica al sistema educativo costarricense como el primero de Latinoamérica; además somos primeros en el Índice Global de Innovación de la Universidad de Cornell, en el Índice de Progreso Social del Social Progress Imperative, y en el Índice de Desempeño Ambiental de la Universidad de Yale.

Consistentemente, para desesperación de los apóstoles del pesimismo, el país se sitúa en los primerísimos lugares de mediciones alternativas de bienestar, lo que ha llevado que se considere a Costa Rica como uno de los países mas felices del mundo, dato ratificado por una encuesta de la UCR el año pasado, en la que 9 de cada 10 costarricenses se declaraba feliz. Esto en una sociedad que es primera en el Índice de Libertad de Prensa según la organización Reporteros sin Fronteras y cuarta en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional.

Para definir políticas de desarrollo no debemos permitir que nos confundan. Para ser exitosos, debemos partir de la valoración precisa de lo que hemos alcanzado. Porque si el debate se basa en un país que no existe, podemos terminar con un país que no queremos.


viernes, 24 de enero de 2014

¡Ya déjennos en paz!

Vamos a ir a votar el 2 de febrero. Ya tenemos suficientes elementos para decidir. Hemos visto los debates, leído los programas de gobierno, escuchado las entrevistas. Ya conocemos la trayectoria de los candidatos, sus gustos personales, sus aficiones. Hasta conocemos a las posibles primeras damas. Con todo eso tomaremos una decisión o confirmaremos la que tomamos hace tiempo.

Dicho esto, queremos que nos dejen tranquilos. Si manifestamos públicamente nuestra predilección y no es igual la suya, no nos insulte, ni nos diga que somos estúpidos, engañados, corruptos o irresponsables. No trate de imponernos un criterio ético que usted considera superior, porque si tiene que tratar de imponerlo a la fuerza probablemente no lo sea. Si no nos hemos decidido, no nos acosen incansablemente, no traten de convencernos de que su candidato es el mejor que ha existido en la historia y que los otros son la peor camada de inútiles que haya parido esta tierra. No ofendan nuestra inteligencia con argumentos simplones y evidentemente absurdos.

Pero además, no diga que nos representa a todos. Nuestra sociedad es lo suficientemente diversa como para que nadie pueda creer que habla por todos. Ni siquiera que habla por una mayoría, porque en nuestro país hace rato que cuesta encontrar una. Todos los puntos de vista son atendibles. No me diga que alguien está descalificado a priori, porque en democracia nadie lo está.

Tenemos nuestros criterios para decidir. Puede que usted crea que hay otros mas valiosos, que los suyos son los mejores, pero respete los nuestros. Si quiere decirnos algo, sepa de una vez que la gritería histérica y la descalificación exaltada no son buenas estrategias. Si nos va a faltar el respeto, mejor no nos diga nada.

Ya falta poco. Por favor, ya déjennos en paz.




jueves, 16 de enero de 2014

Por favor, quiero que me expliquen

Quiero que me expliquen los resultados de las encuestas que se han venido publicando. Quiero que me expliquen por qué los datos que se han venido dando a conocer son tan distintos. No me interesa en este punto oir a analistas discutiendo el significado de los datos de cara a la elección, de las estrategias, o haciendo pronósticos de posibles resultados (que además pareciera no ser posible en este momento con información tan contradictoria), lo que quiero es que salgan los dueños y gerentes de las casas encuestadoras y nos expliquen como es posible que cada encuesta refleje una realidad diferente.

Quiero reportajes periodísticos describiendo en detalle las diferentes metodologías utilizadas, de manera que podamos explicarnos un poco mas los resultados. Quiero que me digan la composición de las muestras, los métodos de cálculo, las definiciones utilizadas, y que me las expliquen con calma. Quiero oír a los expertos de la UCR valorar las metodologías utilizadas y que nos expliquen las diferencias y que opinen sobre los estándares internacionales en el campo. Quiero que ante las dudas que nos surgen no nos vengan con respuestas simplistas ni argumentos de autoridad, del tipo "yo no trabajo para complacer a nadie" o "nosotros somos una empresa profesional". Eso no es suficiente explicación para nadie salvo para quien la da. Porque en este caso no solo los políticos tienen dudas, las tiene una buena parte del electorado.

La transparencia es fundamental en un proceso electoral. Y no solo de parte de los partidos políticos, candidatos o autoridades electorales, sino de todos lo que de una u otra forma inciden en este proceso.     Quiero que todos cumplan con su parte.

sábado, 4 de enero de 2014

Conocer mejor para decidir mejor

A raiz de un video tan emotivo como poco informado que publicó un grupo de estudiantes de Comunicación Colectiva de la UCR, y de la polémica que desató en redes sociales, he confirmado otra vez algo que he venido afirmando desde hace mucho tiempo: mientras no elevemos el nivel del debate público en Costa Rica será muy difícil que podamos afrontar efectivamente los retos colectivos que tenemos para el futuro.

Una confluencia de factores ha contribuido para que tengamos ese debate tan poco productivo. Primero, la primacía de lo intuitivo y lo coyuntural sobre la sistematización de datos como herramientas de conocimiento de la realidad. Es cierto que las cifras requieren de contextualización, pero de ahí a desestimar cualquier estadística porque se oponga a lo que yo quiero que sea esa realidad, es otra cosa. A menos por supuesto que las cifras confirmen lo que yo quiero que digan: se cita al INEC cuando el desempleo sube, pero se le acusa de "manosear" datos cuando, como pasó en el ultimo trimestre, el desempleo cae 1,4%. Si el conocimiento de la realidad está supeditado exclusivamente a las interpretaciones subjetivas, parciales, "de olfato", y si seguimos simplemente rechazando cualquier dato que sea contrario a nuestra percepción, aun cuando ese dato sea producto de estudios rigurosos, objetivos y profesionales, no vamos a ponernos de acuerdo nunca en la Costa Rica que verdaderamente tenemos y mucho menos en la que queremos

Segundo, la información incompleta que tenemos para forjar nuestras propias opiniones. A mí me sorprende lo poco que se informa y lo mucho que se opina en nuestro país, sin que se haga una diferencia clara entre una y otra cosa. Pero además he encontrado mucho desconocimiento sobre lo que se informa: parecería básico que quienes informan sobre política supieran algo no solo de política, sino del funcionamiento del estado costarricense, de sus instituciones y su ordenamiento jurídico. Igual para infraestructura, economía, educación, salud, etcétera. Solo con un conocimiento sistémico del objeto de cobertura se puede informar adecuadamente, creería yo. De lo contrario lo que se transmita será parcial, descontextualizado y, en no pocos casos, una opinión poco informada (y poco formadora) sobre hechos que son en realidad muy complejos.

Tercero,  algunos "formadores" de opinión contribuyen a bajarle el nivel al debate público. Los analistas, según entiendo yo esta responsabilidad, deberían educar a la gente, darle elementos para que comprenda mejor su entorno. Pero frecuentemente lo que encontramos es a personas que lo único que hacen es repetir utilizando lenguaje florido las opiniones mas comunes, de esas que se escuchan en programas en donde se opina de cualquier cosa, normalmente sin contradecir al anfitrión para seguir siendo invitado. O una reformulación sofisticada de lo que "el analista" supone que el periodista que le pone el micrófono o la grabadora quiere oír, como una forma de seguir figurando en medios, aunque sea para repetir elegantemente prejuicios sin fundamento o informaciones incompletas o falsas.

Cuarto, la falta de rigor intelectual disfrazada de independencia de criterio. Nada mas pernicioso que desde la academia se construyan argumentos falaces para poder apoyar ciertas tesis. El ejemplo es por supuesto el intento del que es ahora candidato a diputado de un partido de oposición, que se sacó de la manga una interpretación antojadiza y arbitraria de una definición de desempleo (además en desuso) para afirmar, sin siquiera sonrojarse, que el desempleo en Costa Rica es en realidad el doble de lo que dicen las estadísticas oficiales. A partir de ese momento y sobre todo en redes sociales (aunque en algunos medios también ), el dato oficial para algunos es este, siendo que es incorrecto. Si esas son las bases para el análisis, ¿como podemos aspirar a un debate productivo?

Es necesario devolverle la rigurosidad al debate público como requisito indispensable para adoptar las políticas que el país requiere. Si seguimos hablando de una Costa Rica en donde nada es bueno, en donde no hay que preservar, de una Costa Rica que no se apega a la realidad, vamos a tomar decisiones que nos van a llevar a una Costa Rica que no queremos. Estamos a tiempo de evitarlo.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Sobre acuerdo conciliatorio entre el Gobierno de la República y OAS

Algunas preguntas y respuestas aclaratorias en el tema de la conciliación para terminar por mutuo acuerdo el contrato de concesión de la carretera San José - San Ramón.

¿Por qué hay que hacer este reintegro a la compañía si no se hizo nada de la carretera?

Se reintegra dinero a la compañía porque incurrió en gastos para las actividades previas a la construcción de la carretera. Es igual que cuando se construye una casa: hay que pagar por planos, permisos, estudios, seguros y otros rubros que son requisito indispensable ante de empezar a levantar paredes. Eso fue lo que la concesionaria hizo desde el 2004 que se adjudicó la licitación para la construcción de la carretera.

¿Por qué se le paga a OAS y no a la anterior concesionaria, si fueron estos últimos los que incurrieron en las inversiones no pagadas?

Porque como parte del proceso de cesión del contrato, que fue refrendado por la Contraloría General de la República, OAS se hizo cargo de esa deuda. Ahora corresponde al Gobierno reintegrar esos montos.

¿Qué obtiene el país con este reintegro?

Los planos para la nueva carretera, pagados a un precio inferior al de mercado y que permitirán agilizar el proceso de construcción; los recursos utilizados por la concesionaria para la compra de terrenos (expropiaciones) necesarias para la construcción del corredor vial así como estudios varios indispensables para el avance del proyecto. Y mas importante aun, se libera la carretera de una obligación contractual que impide que se puedan construir nuevas obras.

¿Como se sabe que los gastos de operación que se están reintegrando son lo que dice la concesionaria?

Porque se presentaron estados financieros auditados por una firma internacional (Deloitte) y la empresa supervisora del contrato los certificó como correctos

¿Por qué pasó tanto tiempo sin que se hiciera nada en la carretera?

Porque en el contrato original se incluyó una cláusula muy ambigua que decía que para empezar a construir se tenía que haber completado las 299 expropiaciones requeridas. Eso no fue posible. Es mas, al día de hoy, casi 10 años después de haber empezado el proceso hay todavía 6 expropiaciones pendientes

Inicialmente la concesionaria había pedido $46 millones y no renunciaba al lucro cesante, ¿esto sigue así?

No. Se rebajó el monto del reintegro, y la concesionaria renuncia explícitamente a cualquier lucro cesante o indemnización por la terminación del contrato

¿Por qué se reintegró dinero si dicen que el contrato no es válido?

El contrato fue refrendado en dos ocasiones distintas por la Contraloría General de la República. No hay ningún pronunciamiento de ninguna instancia judicial o administrativa en la que se determine que existe algún tipo de nulidad en el contrato. Por lo tanto, es un contrato completamente válido y vigente, que impone obligaciones tanto a la concesionaria como al Gobierno.

¿Es cierto que se quemaron los papeles utilizados para negociar con la empresa?

Absolutamente falso. Toda la documentación utilizada en la negociación quedó en custodia del Centro de Conciliación y Arbitraje de la Cámara de Comercio, que fue la instancia en la que se llevó a cabo la conciliación.

¿Qué pasa si no se pueden concretar los términos del acuerdo antes del 15 de marzo?

El acuerdo queda sin efecto y las partes quedan en libertad de proceder conforme a sus intereses.

domingo, 24 de noviembre de 2013

¿Entre los mas felices del mundo? ¡Desde hace tiempo!

Hace poco mas de un año, escribí en este blog sobre el tema de las mediciones alternativas de bienestar que se han venido elaborando en el mundo desde hace ya varios años, y en los que Costa Rica aparece regularmente en los primeros lugares. Estas mediciones quieren superar las limitaciones de indicadores como el PIB per cápita, utilizados como parámetro para medir el grado de progreso de un país, y mas bien tratan de centrarse en lo que debería ser el objetivo final de cualquier proceso de desarrollo: que la gente sea feliz.

Al momento de publicar mi entrada en el blog, la periodista Vanessa Loaiza del periódico La Nación encontró que mi reflexión sobre el tema no era apropiada para el momento que vivía el país en esos días y publicó una intencionada nota que desató a una gran polémica y me valió no pocos insultos y comentarios en redes sociales, algunos de los cuales fueron reproducidos por la periodista en su nota publicada en la edición impresa del día siguiente.

Eso motivó que hiciera una segunda reflexión sobre el tema en mi blog, en donde quise aclarar algunos elementos sobre todo metodológicos, con la esperanza de que se pudiera entender que lo que yo estaba diciendo no tenía nada que ver con el Gobierno, ni la percepción que tuviera la gente sobre la labor del Gobierno, y que el bienestar que la población costarricense siente, confirmado incluso meses después por una encuesta que hiciera a finales de año pasado la UCR, en donde 9 de cada 10 costarricenses se declaraba feliz, es un hecho objetivo que deviene de una serie de condiciones que nos hace una sociedad realmente particular y excepcional.

Por todo esto es que leo con gran satisfacción el artículo de Cristian Cambronero publicado en la Revista Dominical de La Nación titulado "La felicidad en serio". El artículo reconoce la seriedad de lo que se ha venido trabajando en materia de medición alternativa del bienestar,  y reivindica la felicidad, "entendida como el ansiado estado de bienestar  integral de la persona y de su comunidad" como un principio presente "desde la filosofía a la economía, de Aristóteles, a Russell, a Stiglitz pasando por Thomas Jefferson, que ya en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos planteaba la "búsqueda de la felicidad" como derecho inalienable del hombre".

La felicidad, "medida" a partir de un conjunto de indicadores diferentes a los econométricos, como reflejo del nivel de bienestar que una sociedad ha sido capaz de construir colectivamente, es un parámetro mucho más válido para la elaboración de políticas públicas que algunos de los que hemos venido utilizando. Algo hemos venido haciendo bien como sociedad para que Costa Rica aparezca una y otra vez en los primeros lugares de mediciones de felicidad.

Cambronero termina su artículo con la siguiente reflexión: "En nuestro caso, tal vez es hora de hacer las paces con el título de “el país más feliz del mundo” que, infelices, muchos asumimos con chota y sarcasmo en su momento. Y decidir el camino no solo a partir del ¿qué y cuánto vamos a ganar?, sino del ¿cómo nos vamos a sentir?"

De eso se ha tratado siempre. Y la incuestionable realidad, confirmada una y otra vez por diferentes mediciones de este tipo, es que Costa Rica regularmente se encuentra en los primeros lugares. Conscientes de los retos, de los errores, quejándonos sin cesar, pero felices. Y así somos desde hace tiempo, aun cuando a algunos, insisto, eso los haga infelices.

jueves, 10 de octubre de 2013

¿Desempleo de 18%? ¿El más alto de los últimos 30 años? ¿El resultado del TLC? No es cierto!

El tema de desempleo ha estado en el debate público en los últimos días y eso es bueno porque se trata de un flagelo que azota a nuestra sociedad y requiere una discusión profunda y rigurosa. Lo malo es que la actual discusión se ha originado a partir de información incorrecta, ligeramente reproducida por una periodista a la que se le advirtió de previo, en repetidas ocasiones, y utilizando datos oficiales del INEC,  que la afirmación que usó para promocionar sus reportajes  durante una semana -que el nivel de desempleo actual es el mas alto de los últimos treinta años-, es temeraria, poco rigurosa y sin fundamento en la información existente. Es una lástima que a veces en nuestro país se comunique con tan poco rigor y profesionalismo.

Tan fácil que resultaba leer el comunicado que el INEC emitió cuando el Observatorio de la Coyuntura Macroeconómica de la Universidad Nacional sacó esta equivocada estimación, y escuchar las advertencias que el INEC hace respecto a la imposibilidad de comparar los datos de la Encuesta Continua de Empleo con otras series, advertencia que hace cada tres meses cuando presenta un nuevo informe, y que me consta la periodista de Canal 7 ha escuchado en por lo menos dos ocasiones. Si eso hubiese pasado, no tendríamos que invertir tanto tiempo en desmentir datos incorrectos y afirmaciones falsas.

Utilizando elementos de ese comunicado que el INEC emitiera para referirse a las cifras del Observatorio de la Coyuntura Macroeconómica de la Universidad Nacional y algunas consideraciones adicionales, el economista Daniel Soto, asesor de despacho del ministerio, preparó estas reflexiones, a las que le agregué algunos elementos menores.

¿Porque no se puede comparar la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) con la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM), que son las encuestas que se han realizado (junto con la ECE que empezó en el 2010) en los últimos 30 años?:

• Se utiliza un nuevo marco muestral y se mejora el diseño de la muestra, la cual se amplía de 726 a 1120 segmentos para una mejor representación de las regiones. La muestra de viviendas es de 13440.
• Se adoptan recomendaciones internacionales que permiten mejoras conceptuales y operativas en los tópicos básicos de investigación del empleo, desempleo, ingresos y pobreza y considera el enfoque de género en la medición.
• Se amplía la investigación de características específicas del empleo independiente, del asalariado y del tipo de empleo que buscan las personas desempleadas.
• Se incorpora información sobre la calidad del empleo, tales como formas de empleo inadecuado, la estabilidad del empleo, flexibilidad del tiempo de trabajo, entre otros.

Tasa de Desempleo Ampliada: Aspectos Importantes y las debilidades metodológicas de la UNA

Primero que nada, es preciso aclarar que el desempleo abierto, tal como lo mide el INEC, es el indicador básico correcto y oficial (cosa que ha reconocido la misma UNA), utilizado internacionalmente para medir el desempleo abierto de manera histórica, lo que permite seguir su evolución en el tiempo y poder comparar entre países. La medición del Empleo se realiza considerando los siguientes criterios:

• No tiene empleo.
• Está disponible para trabajar en forma inmediata.
• Ha buscado trabajo con acciones concretas en un período reciente.

Según los criterios anteriores, son desempleadas las personas que estaban sin empleo en la semana anterior a la entrevista, estaban disponibles para trabajar, y que durante las cuatro semanas anteriores a la encuesta buscaron activamente trabajo sin poderlo encontrar. Además, se consideran desempleadas las que no trabajaron la semana anterior a la entrevista, están disponibles para hacerlo y no buscaron trabajo por situaciones especiales como las siguientes:

• Porque ya consiguieron y esperan iniciarlo en los próximos días.
• Esperan el reinicio de operaciones de una actividad temporalmente suspendida.
• Esperan respuesta de gestiones anteriores (realizada antes de las cuatro semanas indicadas anteriormente).

Medición Ampliada del Desempleo

Es la cantidad de personas fuera de la fuerza de trabajo, que manifiestan estar disponibles para incorporarse al mercado de trabajo, pero que no buscaron trabajo porque dicen que:

• No tenían dinero
• Se cansó de buscar
• No le dan trabajo en la zona
• Sabe que en esta época del año no hay trabajo.

Estas personas son las que se catalogan, según las recomendaciones internacionales, como desalentados. La medición ampliada del desempleo, que es la que el Observatorio de la Coyuntura Macroeconómica de la Universidad Nacional dice medir, es la suma del desempleo abierto más los desalentados. Pero en Costa Rica esa cifra es de 11,4%, no de 18,4% como afirma el Observatorio. Ahora veremos por qué:

EXISTE OTRO GRUPO DE PERSONAS QUE DESEAN TRABAJAR PERO QUE TIENEN LIMITACIONES PERSONALES PARA HACERLO

Estas personas se encuentran fuera de la fuerza de trabajo, aunque tengan deseos de trabajar, y no se deben considerar desempleadas, ni en el indicador de desempleo abierto, ni en el de desempleo ampliado, según los parámetros definidos por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

El estudio de la UNA incluye erróneamente a este grupo de personas, como desempleadas. Son aquellas que manifiestan tener disponibilidad para trabajar pero que no lo hacen ni buscan empleo porque:

• Solo trabajan cuando se lo piden.
• Está estudiando (Es su prioridad).
• Tiene obligaciones personales (Cuido de hijos, personas mayores, otras).

Parámetros Internacionales sustentan estas consideraciones y han sido elaboradas por la OIT.

El INEC utiliza, para darle solidez y respaldo a las estadísticas que produce, recomendaciones internacionales vigentes y validadas por la Organización Internacional del Trabajo. Con la reformulación del año 2010 se incorporó en la medición gran cantidad de variables que permiten profundizar en el análisis del mercado laboral.

El Observatorio de la Coyuntura Macroeconómica de la Universidad Nacional no aplica a cabalidad las precisiones metodológicas planteadas por la OIT para “flexibilizar” y “ampliar” el alcance de las mediciones del desempleo, lo que lo ha llevado a sobrestimar la tasa de desempleo.