La visita del Presidente de la República Popular China a Costa Rica es importante por los convenios de cooperación firmados, pero además y sobre todo, por el anuncio que se hiciera del inicio de las negociaciones para suscribir un tratado de libre comercio entre los dos países.
Los pronósticos sobre la situación económica mundial no son positivos. Existen divergencias sobre la posible duración e intensidad de la recesión, pero en lo que todos los analistas e instituciones económicas internacionales coinciden es en que el 2009 no será un buen año.
No existe una receta única para enfrentar la crisis que ya estamos empezando a sufrir. Pero para algunos países como el nuestro, existen algunos principios ineludibles. Primero, para sortear la situación no es suficiente estimular la demanda interna. Para una economía como la estadounidense, en la que el consumo actúa como motor del crecimiento, esta es una opción impostergable. Pero para Costa Rica, con un mercado interno pequeño, esta no es una alternativa suficiente.
Hace apenas dos décadas, Costa Rica exportaba una centena de productos a un puñado de países. Del total de lo exportado, un altísimo porcentaje se enviaba a Estados Unidos y a uno que otro país europeo. Hoy el país exporta más de tres mil productos a decenas de países, y el peso porcentual de los destinos de exportación “tradicionales” ha venido disminuyendo paulatinamente. Esto constituye una fortaleza que nos permitirá enfrentar la crisis desde una posición que no teníamos en el pasado.
Aun así, la desaceleración económica mundial tendrá consecuencias y afectará a nuestro país. Ante esto, es importante abrir nuevos mercados, mediante la suscripción de tratados de libre comercio que estimulen el crecimiento de la producción nacional. En un entorno de crisis, tal vez se exporte menos a cada destino, pero esto se compensaría con el aumento de la cantidad de destinos. Se trata por un lado de exportar a más países, pero también de acceder con decisión a mercados hasta ahora tímidamente explotados. Desde esta perspectiva, la posibilidad de establecer un tratado de este tipo con China es a todas luces positiva y debe ser concretada lo antes posible.
El año pasado el país tuvo un superávit cercano a los $600 millones en su comercio con China. Este país se ha convertido en nuestro segundo socio comercial. La negociación y firma de un tratado de libre comercio es una necesidad impostergable, sobre todo en momentos como el actual. Ante la coyuntura internacional, Costa Rica debe optar por más comercio con más mercados.
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