Twitter

martes, 4 de diciembre de 2012

Picoteo, titulares y la locura de las redes en el debate público

Hace ya un tiempo me referí al tema de los cambios que se están generando en la forma en que la gente lee, a raíz de un artículo de Mario Vargas Llosa sobre el libro "The Shallows: what internet is doing to our brains" de Nicholas Carr. Básicamente decía que un resultado concreto de nuestra interacción cotidiana en internet es que hemos dejado de leer en profundidad, y nos hemos ido convirtiendo en "picoteadores" de información, pasando de un tema a otro sin profundizar en ninguno, tal y como comúnmente hacemos cuando navegamos por la red.

Entonces, sostenía yo en mi blog, si efectivamente la gente se queda con la primera impresión, sin profundizar en lo que lee, habría que repensar la forma en que se definen los titulares de las noticias, en tanto en muchos casos, y como consecuencia de este cambio en nuestros hábitos de lectura, eso será lo único que leerá la mayoría de las personas. Y, peor aún, ese será el único argumento con el que la gente se formará una opinión sobre un hecho noticioso.

Pero ahora habría que agregar un elemento adicional: el efecto multiplicador/distorsionador de las redes sociales. Un titular ambiguo puede convertirse de pronto en una tormenta en redes sociales, con el agravante que, siendo Twitter el ámbito más activo en la discusión de los temas de coyuntura, los debates quedan reducidos a 140 caracteres, con lo que muchas veces la pobreza lógica y argumentativa se hace aun mas evidente.

Hace unos días se dio el ejemplo perfecto. La Presidenta Chinchilla, en razón de alguna de las marchas que de los últimos días, y ante una pregunta específica de un periodista sobre si esto no  era preocupante o podía causar inestabilidad, dio unas declaraciones en las que expresaba su convicción de que las marchas eran una expresión común en las democracias, y por lo tanto no había que asustarse ni preocuparse por su recurrencia.

De esa afirmación, que tiene un profundo carácter democrático, se derivó el titular de un medio que en su página web dio cuenta de esta declaración bajo el título "A Presidenta Chinchilla no le preocupan las marchas". Este titular, que es estrictamente correcto, pero que no recoge el sentido de la declaración de la Presidenta, fue el detonante de un proceso increíble en Twitter.

Los primeros tuits se limitaban a reproducir el titular haciendo algún comentario corto del tipo "entonces no le preocupa el pueblo". De ahí se pasó a la acusación de "gobernar para unos pocos porque que no le importa la gente". De pronto, la declaración de la Presidenta no era que no había que preocuparse, sino que a ella no le importaba la gente, ni el pueblo. Y porque no le importaba la gente, pues lo lógico era que renunciara "y se llevara a todos esos ineptos que la acompañan". Pero por supuesto que no iba a hacer eso afirmaban con absoluta seguridad algunos tuiteros, porque "despidió a la pobre Karina solo porque era mujer", mientras mantiene en su cargo a los hombres y que, claro, eso es de esperarse "del gobierno mas corrupto de la historia", o "el peor gobierno de la historia", y de una Presidenta "machista" sin ninguna sensibilidad social.

Por arte de la interpretación creativa de ese titular de seis palabras, la Presidenta pasó a ser una especie de Maria Antonieta tropical absolutamente indiferente a los intereses de la gente, producto por supuesto, de ser una "marioneta de los Arias/Figueres/Araya/La Nación/la conferencia episcopal", escoja usted. Pero claro, decía una conspicua tuitera con una relacion inversamente proporcional entre su capacidad de insultar y su inteligencia, ¿qué podía esperarse de una "hija predilecta de María",  que permite -ella personalmente- el aleteo indiscriminado de tiburones? ¿Que trató de dar un golpe de estado -que urdió desde España adonde había viajado mientras en el país había marchas que claro, ahora los sabemos, no le importaban-, a la Corte Suprema de Justicia? ¿Que aprobó -ella sola-, una Ley Mordaza para acallar a la gente, para que no puedan denunciar la corrupción?

Y ya no hubo mas tiempo para mas, porque en eso comenzó Intrusos y la discusión se tornó en una competencia a ver quien podía decir las cosas más insultantes contra los integrantes del programa, y de paso hablar mal de 7 Estrellas, el Chinamo y, por supuesto, el preferido de todos: Combate.

Afortunadamente las redes sociales siguen siendo un fenómeno limitado con una participación muy desigual y poco democrática. Pero podría llegar el momento en que comiencen a incidir en el nivel del debate público, sobre todo si los medios de comunicación siguen utilizando lo que se dice en ellas como representativo del sentir nacional. Y si por la víspera se saca el día, llegará un momento que no habrá debate, sino una gritería ensordecedora en la que nadie se escuche. Hasta que comience Combate.

5 comentarios:

Alejandro C. Trejos C. dijo...

Las RRSS están en su infancia, por eso se le perdonan algunas cosas, pero deben crecer

Acertadas apreciaciones

Terox dijo...

Y de feria, muchos usuarios de RRSS están en la infancia mental...

Aunque no crean, si uno se toma el tiempo, se puede formar una opinión... por ejemplo, en un blog leí que apoyaban la idea de la diputada Gloria Bejarano de solidarizar en mayor o menor medida a todos los dueños de vehículos con el pago del seguro obligatorio para motos... Yo iba a comentar, basado en los desmanes de los últimos días, en contra de la idea... pero hice una pequeña investigación y me dí cuenta que una moto 2002 (bajaj) pagaba de seguro (unicamente, sin contar impuestos y otros rubros) 78 mil colones, mientras que un carro 4x4 2000 pagaba 17 mil colones... viendo eso, es evidente lo difícil que se hace para un motociclista cubrir ese gasto... y así llegué a la conclusión de que por lo menos vale la pena explorar esa opción... pero me pregunto, ¿cuántos de los que hablan a favor y en contra han hecho la tarea y saben realmente de cuanta plata se está hablando?

Jorge Fallas dijo...

Creo muy acertado su comentario don Roberto. Incluso, hay un interesante artículo de Malcolm Gladwell en la revista The New Yorker (http://www.newyorker.com/reporting/2010/10/04/101004fa_fact_gladwell), que muestra las limitaciones de las redes sociales en crear algo congreunte y útil en materia de organización y activismo social. Pero además, creo que parte de la "culpa" está en el Gobierno. Después de todo no fue su colega de Gabinete, el Ministro Garnier, el que cambió la decisión del Consejo de Educación en cuanto al currículo de lectura, en el sonado caso del Quijote, ante la presión de redes sociales? O no tiene la presidenta una cuenta en Twitter que utiliza frecunetemente? Para nada estoy diciendo que en ambos casos el Minsitro o la Presidenta haya actuado en forma incorrecta. Están en pleno de derecho de actuar así. Pero creo que debería haber en el Gobierno y en general en el país, una aprecaición más realista de lo que son estas Redes Sociales, y su inherente banalidad. Para que no se tomen decisiones de política en base a la opinión del o que es en realidad una minoría poco represtnativa del resto de la población y con menos aptitud de interactuar socialmente con otros seres de carne y hueso.

Divian dijo...

Afortunadamente, las redes sociales siguen siendo un fenómeno limitado y con una participación muy desigual y poco democrática, cuando nos conviene.

Divian dijo...

Otra cosa muy importante don Roberto. Usted como ministro de planificación podría desde su cartera insistir para que el fondo de Fonatel, por fin se utilice en llevar internet a todas partes. Tal vez así tengamos una participación más democrática en las redes sociales, si a eso se refiere con acceso desigual y poco democrático.