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domingo, 30 de agosto de 2015

¿Tiró la toalla el país?. Ser socialdemócrata es ser solidario. Impuesto para lo que es

¿Tiró la toalla el país? Dos hechos de las últimas semanas me hacen pensar  que un buen porcentaje de la población simplemente ya perdió la esperanza. El primero, la conclusión de la Procuraduría de la Ética de que el expresidente de la Asamblea Legislativa, Henry Mora, había faltado al deber de probidad al crear una plaza a la medida para la entonces presidenta del PAC. Se trata de un presidente del primer poder de la República, al que se le acusa de haber utilizado su puesto para favorecer a una copartidaria. Es un hecho grave, con profundas implicaciones éticas. La respuesta de la ciudadanía ha sido la indiferencia total.  ¿Será que ya no espera el famoso cambio?

El otro es el informe de actualización del Indice de Confianza del Consumidor, que efectúa la Escuela de Estadística de la UCR. Los datos son aterradores. El valor de Indice es el mas bajo desde el 2008, año en que el país experimentaba los efectos de una de las peores crisis financieras de la historia moderna. Casi 75% de las personas consultadas califica como negativo el manejo de la política económica del gobierno; tres meses atrás, los consumidores pesimistas duplicaban a los optimistas y ahora la cantidad de pesimistas es seis veces más grande.Actualmente 72,3% de los consumidores cree que desempleo será mayor en los próximos 12 meses, cifra que era menor tres meses atrás, un 57,9%.

Cuando se trata de la economía, las expectativas determinan la actuación de las personas, y por eso tienden a hacerse realidad.  No es buena noticia que aparentemente la gente parece haber perdido toda expectativa positiva.

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El Secretario General del PLN publicó un bizarro artículo valorando como "neomarxista" el pensamiento detrás de la "teoría de género". En un posterior escrito, quiso demostrar que los puntos de vista expresados no riñen con la socialdemocracia, a propósito de la reacción de algunos sectores del PLN que consideraban que el Dr. Zamora posiblemente estaría más cómodo siendo Secretario General de otro partido.

Centrar esta discusión alrededor de si la postura del Secretario se apega o no a los principios socialdemócrata es perder el foco del debate. El tema es mas bien como se garantiza que todos los integrantes de una sociedad disfruten del mismo elenco de derechos. Que no haya personas que en razón de su sexo, preferencia sexual o denominación religiosa, vean limitadas sus posibilidades de realizarse plenamente.

Ante un dilema como este, la socialdemocracia es primero una ideología de cambio, y segundo, una ideología de la solidaridad. De cambio porque reconoce que en el orden existen injusticias que deben ser corregidas, y porque al aceptar la historia como un proceso dinámico acepta también que nuevas injusticias surgen en cada coyuntura, ante las cuales debe adaptar su visión; de solidaridad porque se ocupa sobre todo de aquellos que menos tienen, no solo en lo económico, sino también en lo social, y, por qué no, en lo afectivo.

Entonces, si somos socialdemócratas, reconocemos que un sector de la población no cuenta con los derechos que tenemos otros, y por lo tanto, debemos impulsar programas políticos dirigidos a corregir esa injusticia y porque de lo contrario no existe la solidaridad.  No se es socialdemócrata cuando se antepone la convicción personal, desde una posición privilegiada en la que se disfruta de todos los derechos, a  la moralmente imperativa obligación de corregir una desigualdad evidente.  Desde esa perspectiva, tal vez tengan razón los que dicen que el Secretario Zamora podría estar más cómodo en otro partido.


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Desde el 2001 se aprobó una reforma constitucional para fortalecer a los gobiernos locales mediante una transferencia gradual de competencias y recursos. No fue sino hasta el 2010 que se aprobó una ley, la 8801, que definía un camino para iniciar el proceso. Y no es sino hasta el 2015 que se aprueba el primer proyecto, el 18001, que permite comenzar a concretar esta añeja aspiración.

El proyecto modifica los porcentajes que le corresponden a cada una de las instituciones beneficiadas con los recursos provenientes del impuesto único de combustibles. Las municipalidades reciben actualmente apenas un 7,25% del total, con el que deben atender una red vial cantonal que quintuplica en extensión a la red vial nacional, para cuyo mantenimiento CONAVI recibe el 21% de ese impuesto.

(Hay que recordar que el impuesto único sobre los combustibles fue creado para darle mantenimiento a la red vial, tanto nacional como cantonal. Pero del total de lo recaudado, el Ministerio de Hacienda recibe el 66%, recursos que se utilizan en gastos que no tienen nada que ver con el mantenimiento de carreteras.)

El proyecto establece que de ahora en adelante las municipalidades recibirán el 22.25% de esos fondos, lo que les permitirá asumir de pleno y de manera exclusiva la responsabilidad del mantenimiento de la red vial cantonal, responsabilidad que actualmente comparten con el MOPT. La totalidad de lo que los gobiernos locales reciben por concepto de impuesto único de combustibles debe destinarse a inversión, es decir, no se puede usar para otras cosas que no sea el mantenimiento de la red vial. Y hasta ahora, pese a los prejuicios existentes, las municipalidades han exhibido un nivel de ejecución de presupuestos de inversión que en promedio es del 90% en el 90% de los cantones.

Ahora bien, ¿aumentará el déficit fiscal? No si Hacienda hace su trabajo.  En el ministerio tienen el conocimiento y las herramientas necesarias para encontrar  esos 20,000 millones anuales que les van a restar en los próximos 3 años. La renegociación de deuda externa es una posibilidad. Eso sin contar que el aumento en la inversión en mantenimiento de la red vial cantonal puede ayudar a dinamizar las economías locales, creando ese círculo virtuoso que se requiere para tener más empleo, más consumo y más impuestos. 

 En un país centralista como el nuestro, reformas de este tipo siempre despiertan dudas. Le corresponde a los gobiernos locales, mediante una ejecución eficiente y transparente de los recursos que van a recibir, confirmar que, como lo dice don Oscar Arias, impulsor de esta visión desde su primer gobierno, la democracia del siglo XXI debe ser una democracia asentada en gobiernos locales fuertes.

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Del tema de las fallidas denuncias del presidente Solís en su informe de los 100 días me referiré ampliamente en otro texto que estoy preparando. Uno de los peores daños que se le puede hacer a la institucionalidad democrática es hacer denuncias sin fundamento. Pero mejor ni arranco con este tema porque si no, no termino nunca esta entrada de hoy.

Hasta el próximo domingo!

13 comentarios:

wmartinez dijo...

Estoy de acuerdo con todo lo expuesto menos con lo del doctor Zamora. Leí los artículos y las respuestas. Me asusta ver que las respuestas reflejan una gran ignorancia. Primero, no se está hablando de la equidad de género ni de las luchas de las mujeres, sino de la Ideología de Género, un animal diferente. Tampoco se está hablando de ir en contra de los derechos de los demás sino en defender el concepto de familia. Tercero, una buena cantidad de social demócratas están en contra de la ideología de género, por tanto si el partido desea abrazarla, se debería hacer un congreso ideológico. Valga la aclaración que estar en contra de esa ideología no es estar en contra de las minorías ni en contra de la mujer. Es más, el movimiento feminista de equidad está en contra por considerarla nociva. Sería bueno que se discutiera para que no se den opiniones sin saber de qué se está hablando.

Rodrigo Castro Cordero dijo...

¿De verdad creen que los integrantes de los partidos se rigen por la ideología que supuestamente profesa el partido?...¿No creen que es mucho el daño que se le ha hecho a Liberación con el mote de Neoliberal?, lo van a seguir atacando por ese lado.

GAVILANAZO dijo...

Me parece que se equivoca en lo del Dr. Zamora. Muchos, y pareciera que usted es uno de ellos, no conocen la diferencia entre equidad de género e ideología de género. Aún más, usted se equivoca al decir "teoría de género" pues el término al que se refiere el Dr. Zamora es la "ideología de género" de profundo contenido marxista. Defender los derechos de las mujeres no es igual que "ideología de género", es una lástima que usted no lo sepa.

Roberto Gallardo (@robertogallardo) dijo...

William, "Gavilanazo": yo no estoy hablando del tema de mujer. Estoy hablando del tema de derechos, que le son negados a algunas personas a partir de una concepción única de familia, que es lo que trasluce el artículo de Fernando. Lo cierto es que existen distintos tipos de familia, y su reconocimiento es un paso previo para adoptar políticas públicas tendientes a garantizar a esas familias un elenco de derechos igual a los que somos parte de una de esas clases de familia. Aceptar el cambio y actuar solidariamente son principios ineludibles de la socaldemocracia.

Muchas gracias por sus comentarios.

wmartinez dijo...

Bien, don Roberto. Hablemos entonces concretamente. Si el doctor Zamora habla de defensa a la familia y usted de solidaridad con las minorías (y acusa a Zamora de no estar de acuerdo con eso), puedo entonces suponer que la controversia se refiere al matrimonio entre homosexuales. ¿Estoy en lo correcto?.
Bueno, ahí tenemos una disyuntiva, y permítame entonces elaborar un poco. El concepto de familia ha sufrido muchos cambios basados en diferentes ideologías. Incluso previo al cristianismo (error del Zamora) la composición de la familia para diferentes culturas era aquella heterosexual, aparte de las diferencias de poder entre hombres y mujeres. Dependiendo de la cultura, tenía un caracter efímero o permanente. Los movimientos laicistas con ideologías como el utilitarismo y el hedonismo, cambiaron el concepto de familia duradera a una concepción civil, un contrato de por vida que puede ser cancelado en cualquier momento. Aún con ese cambio, el poder del hombre sobre la mujer no variaba y se daba la desigualdad. La ideología de género (IG) viene a considerar a la familia como algo que debe abolirse porque constituye una esclavitud del ser humano. Pero la familia es un concepto demasiado enraizado en la humanidad y no puede simplemente eliminarse, así que la estrategia adoptada a sido bajar a la familia de su lugar "especial" y hacerla algo muy común e inmerecedora de trato diferenciado.
Sabiendo eso, analicemos lo que conforma una familia. Hay dos tipos de relación de familia: la cosanguínea (mi hijo y demás parientes por lazos de sangre forman mi familia) y la familia legal (cuando dos personas sin lazos de sangre se unen para formar una familia nueva a travez del contrato de matrimonio). El concepto de "familia no tradicional" es un concepto de IG que ha sido usado para manipular la opinión pública. Familias uniparentales, o familias sin hijos, se ha dicho que no son familias tradicionales y se ha acusado particularmente a la religión de excluirla. Eso es obviamente falso, las familias de dos o más miembros, aunque no sigan la fórmula padre-madre-hijos, pero tienen lazos de sangre o se definen como familia legal. Los abuelitos y sus nietos son familia, pero una mujer soltera y su perro no, aunque se amen mucho. El intento de ver como familia a cualquier grupo de seres humanos o animales que se amen, intenta desvirtuar a la familia. Es más, el concepto de unión de hecho introducido en la legislación lesiona el mismo concepto justamente por obviar el requisito de matrimonio. Sin embargo ¿Se puede negar que las personas que viven en unión de hecho por muchos años tal como lo haría una pareja casada, constituyen una familia? Estaríamos ante un matrimonio no legalizado, por así decirlo.
Ahora caemos en la disyuntiva: dos personas del mismo sexo que se aman y quieren juntarse, no solo como unión de hecho sino como "matrimonio", y formar una familia, ¿Se les puede negar la posibilidad de firmar ese contrato? No hacerlo presenta un problema de discriminación por orientación sexual (aunque, dado el concepto de familia de la ley, no aplique para esa unión), y hacerlo lesiona el concepto de familia tal y como está en la ley. Ahí el legislador debe tomar en cuenta ambos casos y equilibrar. Actualmente se presentaron dos alternativas. Una era crear un concepto nuevo de unión (tal y como se hizo con la unión de hecho) y darle derechos similares a los de una familia, o (como se está haciendo ahora al cambiar los proyectos de ley) ir directamente al código de familia y cambiar el concepto directamente, al llamar familia a este nuevo tipo de uniones.
Como puede ver, no es una decisión fácil. Es muy delicada, y no es un asunto de odio a los homosexuales sino de la definición de conceptos centrales en el desarrollo de la sociedad. La solidaridad con los grupos minoritarios no puede simplemente ignorar que el cambio es muy importante y tiene un efecto muy grande, que no se puede dar a la ligera. ¿Hay alguna opción que sea win-win? Creo que en eso hay que centrarnos.

Rodrigo Castro Cordero dijo...

William, la Academia de la Lengua, cuando el significado de una palabra cambia por uso, ajusta el significado en una nueva edición. Usted se quedó pegado y no quiere ajustar los términos a los nuevos usos. El significado de familia está cambiando... simplemente cambiando y hay que acostumbrarse a los nuevos significados. Saludos

Roberto Gallardo (@robertogallardo) dijo...

William: de acuerdo con Rodrigo. Lo que procede es cambiar la ley para reconocer esos cambios que se han producido. Y la opción podrá no ser win-win, pero la verdad es que quienes disfrutamos plenamente de derechos no tenemos nada que perder. No debemos sentirnos amenazados por el derecho a la felicidad que tiene y buscan otros.
Muchas gracias por sus comentario, realmente interesantes.

wmartinez dijo...

Ok. Aclaro dos cosas: el cambio del concepto de familia es un cambio forzado por idelogías que ha sido aceptado como inocuas. No es un cambio linguístico tan simple, tanto así que se llaman "familias no tradicionales" porque aún no se ha aceptado completamente el uso del término genérico Familia (cuya acepción no ha cambiado, por cierto, en la RAE, y sigue refiriendose a descendecia, o emparentados). La ley y su espíritu no puede cambiar por el simple hecho de que un grupo de personas decida darle una acepción a otra cosa de la noche a la mañana. Es como decir que comencemos a llamar asesinos a los ladrones y como todo un país lo hace, el juez debe aplicar las penas de asesinato a un ladrón común. Por cierto, yo no me quedo pegado, todo evoluciona, pero no por eso hay que dejar de analizar y levantar la bandera cuando las cosas se van por otro lado.

Dos, la amenaza no es por la felicidad de los demás, que de hecho es lo que hace el tema mucho muy delicado; es por el impacto que esto lleva a lo que se considera el fundamento social de un país, la familia y su concepto. Si luego de un análisis profundo de dicho impacto (y no porque el rae cambie la definición o porque yo crea que pobrecitos los otros) nos damos cuenta que da mayor beneficio ajustar dicho concepto en las leyes, sin mucha afectación, vale. Pero hacerlo a la ligera con una justificación sucinta es lo que me preocupa. Me preocupa que no se tenga claro que tocar el concepto de familia es delicado (si se cree que no lo es, que es algo sin importancia, estamos muy fregados). Me preocupa que se crea que hay que cambiar la ley simplemente porque ya lleva algunos años. En fin, que quede claro que no estoy en contra de la felicidad de las minorías, sino en contra de la felicidad con la que se "arreglan" las cosas sin pensar en este país.

Rodrigo Castro Cordero dijo...

Estimado William, estás colocando la carreta delante de los bueyes. El cambio no es "forzado por ideologías aceptadas como inocuas". El cambio se da primero en la sociedad y después se construyen los nuevos paradigmas ideológicos y se les da forma y categoría. De repente a Costa Rica llegan los movimientos sociales después de que ya tienen cuerpo y forma en otras partes del planeta y por eso es que usted cree que el cambio está siendo promovido por "ideologías" pero ese es un letargo social que existe en Costa Rica donde todo es Pura Vida. El cambio ya se dio en la sociedad y ahora hay que ordenar las leyes para que lo reflejen formalmente. La familia y su concepto que usted alude es un constructo ideológico suyo que se quedó pegado en lo formal y no en el fenómeno social.... Nadie está haciendo cambios a la ligera, todo lo contrario, estamos, como de costumbre en Costa Rica, detrás del palo.

wmartinez dijo...

Estimado don Rogrigo. Tal vez supone usted que yo digo cosas sin conocer la realidad o que no veo claramente lo que ocurre. Es entendible. Me dice usted que este cambio que se está presentando se ha dado de manera natural en todo el mundo, sin ningún tipo de influencia premeditada, y que Costa Rica está algo así como sumida en el oscurantismo del pasado. Me dice que lo que pasa es que yo no me he dado cuenta de tal cambio y estoy aún viviendo en el pasado sin percatarme. Bueno.

Le cuento que la IG se comenzó a cocinar en los años 60, y fue en 1995 que se metió en la ONU en la conferencia de Pekín que trataba sobre los problemas de las mujeres. Todo eso está documentado y hay larga lista de bibliografía. Antes de eso hubo muchos cambios referentes al género y Costa Rica se actualizó: en el 48 el PLN le dió el voto a las mujeres y somos también un país con una presidenta mujer. Aparte, Costa Rica era la cuarta exportadora de tecnología hace un par de años y somos modelo en el mundo en energía limpia. Nop, no vivimos en el pasado, ni nos cerramos al futuro o la modernidad. Pero desde que salió la IG, se ha comenzado a filtrar en la educación en todo el mundo, utilizando los mismos enunciados y las mismas instituciones, utilizando la palestra de la ONU, y todo el mundo lo sabe, es vox populi. En todo el mundo ha habido voces que han alertado sobre IG y sus cambios. En los países nórdicos se creó el NIKK, un instituto de ideología de género abocado a realizar los cambios en educación para tener un género balanceado, que fue recientemente cerrado por el comité intergubernamental de países nórdicos al descubrirse que sus propuestas no eran basadas en ciencia. Aquí tenemos la Asociación Demográfica Costarricense, que nos habló de 20 000 abortos anuales, usando una metodología del Schumacher Institute, para que recientemente el MELISSA Institute de chile refutara los números de Schumacher en sus estadísticas en latinoamérica por basarse en una metodología incorrecta, siendo la ADC una de las instituciones que trabajó en las guías sexuales que usamos (que por cierto incluyó el tema del aborto antes de las 12 semanas). El problema es que a las voces como el MELISSA, la gente las ignora, piensan que es gente que va en contra de algo lógico y natural y que esa gente no sabe dónde está parada. En este momento hay niños de 5 años en Canada que les enseñan sobre masturbación y que la gente puede tener relaciones sexuales con cualquier otro sexo cuando quieran. Hace un par de años en Japón se les enseñaba a niños de igual edad a poner preservativos. ¿Hay cambios? Sí, y no son naturales.
Entonces quedemos claros. No me opongo a los cambios. No soy homofóbico (tengo amistades y conozco sus problemas). Tampoco soy un adoctrinado religioso, con costo voy a misa. Mucho menos soy una persona ignorante que no sabe qué pasa en el mundo. Lo único que pido es que no se piense que cualquier cosa que un extranjero diga es santa palabra y que somos retrasados retrógradas si no aceptamos al minuto. De hecho tengo mis dudas incluso con la educación dual (hablando de un tema totalemente aparte) basado en estudios sobre el efecto en la economías que siguieron el modelo alemán, sin tomar en cuenta la realidad industrial propia. Nuestra fuerza de trabajo tiene unas características muy particulares, con un alto costo por garantías sociales, por lo que nuestra estrategía de competencia debe ser algo diferente a competir por precio. En TI estamos bien por nuestra calidad. ¿Cuál debe ser entonces el norte del país en capacitación? ¿Cumple el modelo dual con una estrategía de capacitación o es solo un parche para poner a gente a trabajar con un mínimo de entrenamiento y maquillar el desempleo? No se si alguien se ha sentado a analizar, o simplemente todo el mundo va a golpe de tambor sin cuestionar. Ese es mi punto.

Rodrigo Castro Cordero dijo...

Hola William...un poquito exagerada tu interpretación de lo que yo digo, sobre todo en lo que a usted se refiere. No he sido tan crítico y he tratado de no ofenderte...es solo una conversación. Los cambios en todas partes siempre producen conflictos y yo mantengo que primero comienzan a materializarse en sociedad (con conflictos) y después vienen los que los formalizan y les dan forma y categorías y construyen las ideologías. También mantengo que en nuestros países conservadores, incluyendo a Costa Rica, cuando comienzan a cambiar, ya existen catecismos para orientar a la gente y estrategias que se han probado en otras partes. Claro que estoy de acuerdo con usted en que cualquier cosa que un extranjero diga no es santa palabra. Bueno no quiero usurpar el blog de Roberto para ponerme a conversar con usted, pero le quiero hacer una pregunta: si en TI estamos tan bien ¿porqué hace 15 años están tratando de desarrollar un sistema para la CCSS y porqué no tenemos un sistema único de compras por internet en el Estado?...¿usted sabe qué es lo que exportamos?, pura programación: mano de obra barata. Ahora hay que ponerle atención a Cuba porque tienen mano de obra muy educada y muy barata.

wmartinez dijo...

Genial, don Rodrigo. Me alegra que no me considere tan oscurantista. Le cuento que tenemos dos Costa Ricas, las que se manejan en el sector público, atiborrado de reglamentos y con una dirección en TI administrada por políticos que no saben nada del tema (hasta ahora tenemos a alguien que sabe en el MICIT, pero las respuestas de anteriores ministros, incluyendo el MEP y el MEIC, ante mis consultas y correcciones de lo que decían daban ganas de llorar), y la del sector privado, administrada por MBAs y tecnólogos, que nos llevó a ser la tercera posición en el mundo en el 2005 en outsourcing, según la Ziff Davis. Ahora, mano de obra barata es el sector de call centers, los ingenieros de INTEL no caen en esa categoría, tampoco los ingenieros en software (una buena parte con nivel de maestría, mínimo bachillerato), cuyos salarios son competitivos y los colocan en la clase media para arriba. Su pregunta sobre por qué en la CCSS no tenemos un sistema decente se la hago a mis alumnos de arquitectura de software en la UCR todos los semestres. La respuesta no tiene que ver mucho con la calidad de la gente de desarrollo, sino con las políticas y la dirección. Gobierno digital debe replantearse seriamente, pero ahora está como una bonita oficina de adorno que hace planes y se dedica a ver qué sistemas de compras usa el estado, solo para decir que estamos haciendo algo. Al menos se oía en los gobiernos pasados, en este ni lo he oído mencionar.
Si quiere, podemos conversar con CAMTIC y ahí se puede dar cuenta del potencial que tenemos y se cambia también el foro para no importunar a don Roberto. Así estamos. Un gusto conversar con usted.

Rodrigo Castro Cordero dijo...

William, escríbame por favor a rcastro@eie.ucr.ac.cr , le cuento que yo fui director del Centro de Informática de la UCR antes de que usted naciera...y de un programa de Posgrado en Informática que había en esa época también. El problema de la CCSS y de otros sistemas de información en el país no tiene nada que ver con Arquitectura de Software. Escríbame para que conversemos.