
Otro grupo es el de los que desde una trinchera ideológica específica pretende el debilitamiento del Estado. Para esta gente, el país ineludiblemente se dirige al barranco, y la única manera de evitarlo es descarrilando al Estado, ese monstruo de mil cabezas que reparte privilegios a unos pocos, en medio de una ineficiencia que nos cuesta miles de millones anualmente.
Los discursos se originan, uno, en el oportunismo, y el otro, en el radicalismo ideológico. Pero coinciden en su afán de mostrarnos una realidad parcial, en donde hay poco que rescatar y en donde la crítica incesante es válida ante una clase política que no escucha. Y uno de los argumentos mas utilizados en este escenario, es el nivel de pobreza, que ha variado poco en los últimos 20 años, como una nuestra fehaciente del fracaso de los políticos y del Estado.
Este línea de razonamiento es pertinente para mostrar la utilización interesada –o mas bien, la no utilización interesada-, de información que el país ha venido generando para comprender mejor su realidad socioeconómica, más allá de la medición de la pobreza por ingreso. Y aquí el propósito no es afirmar de ninguna manera que no hay retos por delante, sino que el panorama que algunos pintan no corresponde fielmente al país que de verdad tenemos.

El Atlas 2015 muestra algunos resultados positivos, que desafortunadamente pasaron desapercibidos para la mayor parte de los medios de comunicación. En el 2014 el 66,7% de la población vivía en cantones ubicados entre los categorías de alto y muy alto desarrollo humano, mientras que en 2010 ese porcentaje fue del 50%” Solo el 0,9% de la población vive en cantones de desarrollo bajo, después de que era un 2,0% en el 2010. Y del 2010 a esta fecha, 16 cantones mejoraron al menos 10 posiciones en el ranking.


Un indicador adicional es el Índice de Pobreza Multidimensional, lanzado en este gobierno. Los resultados para el período 2010-2015, por cierto invisibilizados en la presentación oficial del estudio, muestran una mejoría importante, tanto a nivel nacional como regional. Otros datos de otros informes concluyen por ejemplo que la pobreza extrema sería el doble sin las transferencias del Estado, y que el coeficiente de Gini , que mide la desigualdad, sería aun peor sin esa asistencia.
De modo que, aunque seguimos teniendo espacio para mejorar, la realidad no es lo que nos dijeron en el 2014 y lo que repiten hoy los adalides del liberalismo. Ni tampoco una situación que sugiera, como lo hiciera de manera alucinante un columnista venido a menos en un medio digital, la necesidad de una revolución. La valoración adecuada del camino que hemos venido recorriendo nos permite hacer ajustes serios y pertinentes, y no escuchar los destemplados cantos de sirena que hicieron que el país estuviera dispuesto a apostar al cambio por el cambio.
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Y como siempre, la recomendación para que escuchen el podcast de Café Futbol CR, producción de Alvaro Gallardo, Alberto Alfaro y Leonardo Pandolfi. Esta semana con temas relacionados al calendario de los equipos nacionales en CONCACAF y el "retorno" MacDonald a la Liga Deportiva Alajuelense, entre otros.
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