El día de ayer el Ministerio de Educación Pública firmó un fideicomiso por $300 millones que permitirá la renovación, reemplazo y construcción de infraestructura educativa. Es una noticia de incalculables beneficios para el país, sobre todo a mediano y largo plazo, pues permitirá que miles de jóvenes a lo largo y ancho del territorio nacional cuenten con mejores condiciones para realizar sus estudios. Y creo no equivocarme cuando digo que la anterior es una valoración objetiva de un hecho positivo, y no -únicamente- una apreciación subjetiva de un miembro de este Gobierno.
Tal vez me dejo llevar por mi entusiasmo y sitúo la noticia en un nivel que no tiene, no lo sé. Pero de lo que sí estoy convencido es que esta es una noticia muchísimo más relevante que lo que está pasando con la final del fútbol en nuestro país.
No se equivoquen, a mí me encanta el futbol. Soy saprissista (aun cuando en mi corazón tengo un campito para la U y el Puerto) y estoy interesado en el desenlace de esta trama, sobre todo porque creo firmemente que se cometieron irregularidades que sin duda incidieron para que mi equipo haya quedado por fuera de la final. Pero no hay que perder la perspectiva. Esta situación en el futbol no tiene la menor importancia. O por lo menos no tiene la importancia que los medios parecen darle. Hoy todos los periódicos venían con páginas extra dedicadas a sus secciones deportivas. Ayer todos los telenoticieros montaban guardia desde mediodía en la sede de la UNAFUT, y luego de que se produjera el fallo de este ente hicieron lo mismo en la casa del Presidente de la Fedefutbol. A las 11:30 de la noche un somnoliento Eduardo Li daba declaraciones en vivo desde su casa, en el mismo telenoticiero que ignoró completamente la noticia de la suscripción del fideicomiso. En las calles, en las oficinas, en los programas de opinión, en todo lado, se hablaba del asunto y se tomaba partido, como si de veras algo importante dependiera de esto.
La portada de varios medios escritos el día de hoy informan, con alarma y desazón, de la suspensión de la final del campeonato; mientras tanto, la noticia del fideicomiso educativo quedaba relegada a las páginas interiores de las secciones, si es que se mencionó del todo. No puede ser así.
Un poco de perspectiva por favor. No exagero diciendo que en este momento pareciera que ni siquiera una mala noticia podría tener el impacto que este asunto futbolístico tiene actualmente. Y eso ya es mucho decir.
1 comentario:
Totalmente de acuerdo con usted ministro, a veces cuesta que como ticos, pongamos las cosas en perspectiva! Y el otro gran problema es que los medios no ayudan a dar las buenas noticias, un escándalo negativo es digno de cientos de minutos en los medios, pero algo de tanto impacto no trasciende en los medios oficiales y por eso es que los blogs y las revistas de opinión on line son tan importantes. Gracias Ministro por su comentario!
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