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lunes, 20 de julio de 2009

Dialogar hasta perder voz y aun entonces, seguir con lenguaje de señas

Parecería que no hay salida. La durísima postura de la delegación de Micheletti ha descarrilado temporalmente el proceso de diálogo que intenta solucionar el conflicto hondureño. Esta posición solo puede ser resultado de un doble discurso: públicamente todo mundo condena lo sucedido, pero privadamente algunos aplauden la salida de Zelaya. La inflexibilidad del gobierno de facto no se basa solo en lo que parece ser una sólida coalición anti-Zelaya en Honduras, sino que además debe tener apoyo en círculos de poder extranjeros.

Aquí mismo en Costa Rica comienzan a aparecer artículos de opinión y editoriales en la línea de "está muy mal que hayan sacado a Zelaya como lo sacaron, pero de alguna manera él también había venido violando la Constitución". Hasta ahora nadie se a atrevido -por lo menos abiertamente- a legitimar el golpe, pero algunos están realmente cerca.

Lo que es innegable es que la solución del conflicto tiene que pasar, irremediablemente, por la restitución del Presidente legítimo. Y esta es la parte que le genera más apoyos solapados al gobierno de facto, precisamente entre todos esos que parecen vehementes en su condena al golpe, pero que en el fondo no quieren el retorno de Zelaya.

Pese a todo esto, es necesario seguir explorando vías de solución pacífica. Como bien lo dijo el Presidente Arias ayer, el pueblo hondureño no se merece la violencia que puede desatarse si se opta por las vías de hecho.

En este sentido, confieso que el Presidente Arias me ha dado una lección de consistencia. Yo hace rato habría tirado la toalla. Pero lo cierto es que no hay opción: hay que seguir dialogando hasta perder la voz y aun entonces, seguir con lenguaje de señas.

1 comentario:

Nelson Arrigo dijo...

Reitero mi mayor preocupación en este momento: el que algunos pretendan y hasta exigan que EEUU haga algo... ¿Qué podría hacer? Lo que parecen pretender es que haya algún tipo de intervención. Estos son los mismos que mencionan su preocupación porque el chavismo tenga metida la mano. ¿Acaso no se dan cuenta que están exigiendo que EEUU haga lo mismo que critican? Ambas situaciones están mal y cualquier solución al conflicto debe encontrar la vía democrática y legal que permita restablecer la tranquilidad a toda la región latinoamericana. Muchas vidas han costado el lograr que intentemos tomar decisiones por nosotros mismos como para estar solicitando que otra vez se involucren otros. El intento del Presidente Arias ennaltece el país y sienta las bases necesarias para seguir buscando las mejores vías del diálogo. Lo que hace falta es encontrar el espacio efectivo y eficaz para lograr acuerdos coherentes y posibles