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miércoles, 21 de octubre de 2009

De avionetas y excesos

Soy amigo de Maureen Ballestero y mi opinión sobre el tema del viaje en la avioneta tendrá, inevitablemente, un sesgo. Si ella la usó exclusivamente para ir a votar a la asamblea cantonal del PLN, no hay duda que cometió un abuso por el que deberá responder legal y políticamente. Pero yo, que soy testigo de una situación que les contaré más adelante, le creo cuando dice que iba por su pasaporte y que pasó a votar de paso. ¿Imprudente al haber mezclado ambas cosas? Sin duda. ¿Una ligereza de su parte? Estoy seguro que la misma diputada debe ahora darse cuenta. ¿Pero es este un acto de corrupción que refleja una actitud abusiva en el uso de los recursos del Estado, lo que de paso confirma que todos los que ejercemos cargos públicos somos corruptos o tenemos una propensión a la corrupción? De ninguna manera.

Por mi responsabilidad como parte de la Comisión de Verificación del Plan de Acción de la provincia de Guanacaste tengo que ir a reunirme con los restantes miembros, normalmente en la localidad de Comunidad de Carrillo, por lo menos una vez al mes. He coincidido muchas veces con Maureen en distintas oportunidades -lo que no es difícil dado que va casi que todos lo fines de semana-, e incluso la he acompañado a visitar comunidades para escuchar de primera mano los problemas que enfrentan los vecinos de los cantones que representa.

Una de las últimas veces que coincidí con ella me pidió que asistiera a un encuentro con dirigentes de asociaciones comunales de Liberia y La Cruz quienes querían hacerme algunas solicitudes de ayuda. Así lo hice y cuando ya salíamos de donde se llevó a cabo la reunión, Maureen, que andaba en un carro de la Asamblea, llamó a un amigo para que la recogiera en el lugar donde estábamos. Extrañado le pregunté que por qué, si andaba el carro de la Asamblea se iba a ir en otro carro, y la respuesta que me dio fue que a partir de ese momento se iba a integrar a una gira que hacía ese día Laura Chinchilla por Guanacaste, por lo que no podía usar el carro de la Asamblea a partir de ese momento. Dado este antecedente es que le creo cuando dice que fue a lo que dice que fue. Pero entiendo que haya gente que no lo haga, y que el haber pasado a votar a la asamblea cantonal no fue tampoco la mejor idea.

Dicho lo anterior, aquí el tema es que el uso de las avionetas se justifica o no dependiendo exclusivamente del motivo del viaje y del rango de quien viaja. Si la diputada Ballestero ha utilizado las avionetas 28, 58 o 108 veces no es relevante si lo que hizo fue ir a trabajar. Yo mismo he usado las avionetas de Seguridad Pública un par de veces para desplazarme a Guanacaste, cuando mi agenda no me ha permitido viajar por tierra. ¿Se puede usar los recursos del Estado para cumplir con las obligaciones de nuestro trabajo? No solo se puede, sino que se debe cuando esto facilite cumplir con nuestras responsabilidades. Y eso incluye ir a recoger un pasaporte cuando se necesita para ir a representar al país y ya no hay tiempo de hacerlo de otra manera.

¿Se aplica el mismo criterio a los viajes del Presidente? La respuesta es no. El Presidente (así, sin apellido), es un funcionario de rango singular, con responsabilidades que nadie más tiene en el país. Y eso lo hace único. Aquí entonces los criterios son otros y han sido mencionados en otros ámbitos: seguridad, sentido de oportunidad, manejo del tiempo.

Así que separemos la incidencia personal de los principios de racionalidad que deben regir el ejercicio de cargos públicos y la utilización de activos del Estado para cumplir con la responsablidad que esos cargos conlleva. Tratemos de hacer un esfuerzo por no caer, nuevamente, en la perniciosa generalización que sataniza sin discriminar.

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