Sigo yo con el tema de las encuestas. Ahora que salieron las UNIMER y Borge, surge la pregunta acerca de la diferencia en los resultados, en tanto en la primera Laura Chinchilla obtiene 40,9% y Otto Guevara el 30,9% y en la segunda un Laura Chinchilla obtiene 53.01% y Otto Guevara 25.06%, utilizando los criterios de análisis que apliqué en una entrada anterior de este blog. Al respecto es importante hacer primero algunas observaciones:
- Ambos estudios se hicieron en un período de tiempo similar, el de UNIMER entre el 6 y el 12 de enero y el de Borge entre el 5 y el 9 de ese mismo mes.
- Borge hizo una parte de su encuesta telefónicamente y otra parte presencialmente; UNIMER no hace esta precisión por lo que se asume que todas las entrevista fueron presenciales.
- Hay una pequeña diferencia entre el tamaño de las muestras, pero no es significativa. Borge consultó a 1019 personas, mientras que UNIMER lo hizo con 1210.
- Ambas encuestas tienen un margen de error del 3,5% y un nivel de confianza de 95%.
¿Cómo, si todos estos elementos son coincidentes, hay resultados tan distintos?
Primero, no parece posible que haya un ambiente político tan volátil como para explicar la diferencia entre los escenarios que plantean ambos estudios. Aun cuando la encuesta de UNIMER se terminó tres días después que la de Borge, que una importante proporción de la gente haya cambiado de parecer en solo tres días parece poco probable.
Segundo, que Borge haya hecho parte de su estudio telefónicamente tampoco debe ser factor siempre y cuando se mantengan las proporciones correctas en la muestra. No tenemos información para confirmar o descartar esto, en tanto ya no se tiene acceso, como sí lo había antes, a las fichas técnicas completas de la encuesta.
¿Si no son estos factores, qué explica la diferencia? Existen algunos elementos que pueden influir. Uno es el cuestionario mismo y cómo se formulan las preguntas, porque eso puede incidir en las respuestas. Otro aspecto importante es la composición de la muestra. Para que una encuesta sea fiel, debe representar el universo total que pretende investigar. El ejemplo más sencillo para ilustrar esto es que si el electorado costarricense se divide en 51% mujeres y 49% hombres, cualquier muestra que pretenda ser representativa debe estar compuesta por porcentajes similares de hombres y mujeres. Lo mismo aplicaría para otros criterios como nivel educativo, lugar de residencia, ingreso y grupo etáreo, por ejemplo. Muestras con sectores sobrerepresentados o subrepresentados tendrán resultados sesgados.
El tema de la composición de la muestra es complejo porque además existen diferentes métodos para su definición. Sospecho que es en este ámbito en el que se dan las diferencias entre UNIMER y las demás casas encuestadoras, pero esto no es más que una especulación, dado que no tenemos la información necesaria para concluir con certeza. Y conste que no menciono esto tratando de sugerir que la muestra de UNIMER no sea representativa, simplemente digo que posiblemente haya una diferencia en la técnica de muestreo que puede explicar los resultados disímiles. Y menciono específicamente a UNIMER porque sus resultados son los que más se apartan de la media de las otras casas encuestadoras, que mas o menos han coincidido en presentar una situación electoral que hace parecer improbable una segunda ronda electoral.
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