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domingo, 5 de mayo de 2013

El borrachito de la cédula


Teníamos tal vez 19 o 20 años aquella madrugada en que un grupo de amigos veníamos caminando del entonces popular bar “La Caracas”, lugar que habitualmente era la parada final de una noche de tragos y que quedaba a 100 metros al oeste de la Iglesia de Santa Teresita, famoso por su boca de "chucitos". Eran alrededor de las 3 de la mañana, tal vez un poco mas tarde, cuando nos topamos un operativo policial en donde allanaban una casa en Barrio Escalante. Uno de mis amigos, en ese momento estudiante de segundo año de derecho, y probablemente deseoso de mostrar en todo momento su respeto por el ordenamiento jurídico que ahora estudiaba y -hay que decirlo-, un poco intoxicado por la larga noche de tragos, sacó a duras penas su cédula de la billetera y con un gesto dramático, que denotaba, por lo menos creía él, su respeto a la ley, se acercó a uno de los policías y blandiendo su cédula le pidió a un oficial que verificara su identidad. El policía, mas preocupado por el desarrollo del operativo, lo miró con una expresión incrédula, probablemente sorprendido por lo inoportuno de la solicitud. Pese a esto, el oficial agradeció el gesto de mi amigo, diciéndole que en ese momento no era necesario, y le mandó mas bien a retirarse.

Mi amigo no pudo ocultar su desazón por la respuesta del policía, pero no iba a dejar que eso le impidiera cumplir con lo que percibía como su ineludible obligación legal. Citando algunos artículos de códigos innombrables, siguió atosigando al policía para que le aceptara la cédula y comprobara no solo su identidad, sino además lo buen ciudadano que era, obediente y temeroso de las leyes que ahora empezaba a conocer. El oficial fue pasando de la incredulidad risueña a la impaciencia apenas contenida, y después de varios minutos de inútil discusión con mi amigo se volvió hacia nosotros y notoriamente disgustado nos gritó “¡llévense al borrachito de la cédula!”.

Cierta gente en redes sociales me recuerda al borrachito de la cédula. Al igual que mi amigo hace treinta y tantos años, andan con la cédula de las ideas trasnochadas y los insultos esperando discusiones en RRSS en las que desesperadamente quieren ser incluidos aun cuando no aporten nada mas que frases vacías, golpes de efecto o simplemente ofensas o injurias. Gente que no hace propuestas, muchas veces porque no las tiene, pero en otras porque sabe que su pensamiento radical es rechazado mayoritariamente. Entonces lo que queda es atosigar para llamar la atención, citar artículos de códigos innombrables y tratar de hacer escándalos en donde no los hay. Son los borrachitos de la cédula de las RRSS. Todos sabemos quienes son. Y hasta deberían tener una etiqueta propia (¿#BDLC?).

Por cierto que mi amigo finalmente terminó siendo un abogado exitoso y respetado con el que me reúno frecuentemente a recordar las peripecias de nuestra juventud. Siempre ha insistido que el episodio de la cédula no es cierto. Pero lo que pasa es que no se acuerda. ¿O será que no quiere acordarse?

miércoles, 10 de abril de 2013

¿El Santo equivocado?


Doña Pilar Cisneros invoca a San Ramón para que le explique algunos puntos relacionados con la carretera San José – San Ramón. Aunque ni soy santo ni soy Ramón, sí me voy a referir a algunos de los argumentos que Pedro, no el santo si no el Ministro del MOPT, ha venido reiterando para aclarar los temas que tanto inquietan a doña Pilar.

Respecto al costo de las obras, el ejercicio no puede hacerse de la manera tan simple como lo hace doña Pilar, que dice que si la inflación ha sido de un 6% anual en Costa Rica no es posible que el costo de la carretera se haya duplicado en 10 años. Si eso fuera así, nada debería subir mas de 6% anualmente, y todos sabemos que hay cosas que suben mucho mas que eso. 

Para llegar a esta cifra, se calcula cuanto cuesta hacer en el 2013 todo lo que se planteó hacer en el 2004. Y esa es la cifra que da: $523 millones. Valga la pena mencionar que la Cámara de la Construcción de Costa Rica hizo un cálculo el año pasado del costo de la obra civil de la concesión y le dio $488 millones. La diferencia se explica porque en el cálculo no se incluyeron diseños, planos, seguros y costos financieros, entre otros. Ahí están los $523 millones

El monto del peaje se triplicó pese a que el costo de la obra se duplicó, se queja doña Pilar. Pero para esa actualización no solo tiene en cuenta la inflación en Costa Rica, sino además la devaluación del dólar. Dicho de manera sencilla: $3,9 en dólares del 2013 es igual a $1,3 en dólares del 2004. Esa es la explicación.

Dice doña Pilar que el peaje en la Autopista Cañas será el doble de lo que se cobra en la ruta 27 en un tramo similar. Pero lo cierto es que la inversión por kilómetro que se hace en la General Cañas es el doble de la que se hizo en la 27. Y ojo, que la inversión incluye no solo lo que se le hace a la carretera propiamente, como ampliación de carriles, sino obras como los nuevos pasos a desnivel que hará mucho mas fluido y seguro el tránsito en esta carretera. Y ni hablar de lo que se va a hacer en el puente de la platina. Por eso se cobra más.

Ese ramonense que doña Pilar menciona gasta hoy ¢225 efectivamente pagará ¢3,900 después de ejecutada la obra, pero ahorrará mas que eso en tiempo y dinero con los beneficios que le generarán una carretera mas fluida segura. Y aquí es importante mencionar que una buena carretera no es solo la que tiene mas carriles. Esta es una forma muy simple de ver un tema que en realidad es mas complejo. Por ejemplo, los pasos a desnivel tienen una incidencia enorme en la eliminación de las presas en las intersecciones actuales, fuente de perdida de  tiempo para quienes salen o se incorporan a la carretera, sin mencionar los accidentes que propicia en su diseño actual.

Por último, comparar la vía Cañas-Liberia y la carretera San José-San Ramón es como comparar una plaza de futbol con el Estadio Nacional. Decir que porque dos canchas de futbol miden lo mismo el costo debe ser parecido es una forma muy simple, pero incorrecta, de ver este tema. Las obras en ambos proyectos son completamente diferentes. Es cuestión de poner el listado y costo de cada una de las obras que se van a hacer para que la diferencia se haga evidente.

Yo creo que doña Pilar se equivocó de Santo pidiéndole explicaciones a San Ramón, patrono de las personas falsamente acusadas. Tal vez a quien debió haberle pedido era a San Francisco de Sales, patrono de los periodistas, cuyo norte fue siempre la difusión de la verdad. Pero en cosas de Santos me declaro poco informado.


viernes, 5 de abril de 2013

Empleo, subempleo, desempleo

El su editorial del pasado 25 de marzo, La Nación analiza los resultados de la Encuesta Continua de Empleo (ECE) del INEC, con los datos correspondientes al IV trimestre del año 2012. Por tratarse de un ejercicio importante, me permito a continuación agregar algunos elementos que desde nuestra óptica son esenciales para valorar adecuadamente lo que ha venido ocurriendo con el empleo en Costa Rica, sobre todo en los últimos 18 meses.

Una de las características mas importantes de la Encuesta Continua de Empleo es que nos permite revelar tendencias dentro del mercado laboral.  En este sentido, lo que los datos nos indican es que en los últimos 18 meses la tasa de desempleo ha venido disminuyendo paulatina y sostenidamente, pasando de 10,9% en el III trimestre del 2011, a 9,8% en el IV trimestre del 2012. Pero esta es apenas la mitad de la historia. La Encuesta también nos permite medir la creación de empleo, así como el número de personas que sale a buscar trabajo. Y esos datos deben ser agregados en el análisis, para una apropiada evaluación de lo que está pasando en materia de empleo en Costa Rica.

Según los datos de la misma Encuesta, la población costarricense crece alrededor de un 1,2% anualmente. Sin embargo, el número de personas que salió a buscar trabajo en los últimos 18 meses triplicó ese porcentaje –en el caso de las mujeres el porcentaje fue cinco veces mayor-, cifra que atribuye el INEC a las expectativas positivas generadas por una economía creciendo mas de 5%. Pese a ese aumento importante en la cantidad de gente que salió a buscar trabajo, la economía empleó a mas de 77,000 costarricenses y confirmó la tendencia a la disminución del desempleo que se ha venido observando en los últimos 6 trimestres. Pero es esa gran cantidad de personas que salió a buscar trabajo la razón por la cual la tasa de desempleo como tal no disminuye de manera más acelerada. Este es un hecho que no puede obviarse a la hora de analizar lo que pasa.

Hechas estas precisiones debería entenderse mejor lo que está pasando. La economía está creando una cantidad de trabajos tal que puede absorber no solo el crecimiento normal de la fuerza de trabajo, sino además un número extraordinario de personas que ante las expectativas positivas decide salir a buscar empleo. Por eso el número de ocupados crece, no ligeramente como lo dice el editorial, sino en una cantidad que es a todas luces significativa. Y en el año 2011 la situación fue aun mas explosiva: del I Trimestre del 2011 al I Trimestre del 2012, 174,000 personas encontraron trabajo, de las casi 200,000 que salieron a buscarlo.

Es también por estas consideraciones, particulares a la situación costarricense entre otras de índole técnico, que no es posible comparar las cifras de desempleo de nuestro país con las de la región. Esta es un imprecisión metodológica que no es menor. Pero en lo que sí se coincide es en la tendencia a la baja del desempleo, que en nuestro país es algo viene sucediendo en los últimos 18 meses.

Pero hay otros datos importantes, algunos de los cuales revelan cambios importantes en la configuración del mercado laboral costarricense. En el año 2012 se perdieron 8,625 empleos en el sector primario y 6,083 en el secundario. Pero se crearon 97,078 en el sector servicios, confirmando, no solo una transformación que ha venido experimentando nuestra economía en los últimos años, sino además que la fuerza de trabajo costarricense ha podido adaptarse a ese cambio.

En relación al subempleo, los datos indican que existe una relación bastante directa entre la gran cantidad de mujeres que salieron a buscar trabajo y el aumento en la ocupación en el sector comercio. El análisis sugiere que se trata sobre todo de mujeres jóvenes que ante la expectativa económica positiva deciden participar en el mercado laboral, encontrando sobre todo espacio en el sector comercio, en jornadas parciales. Hablamos mayoritariamente de personas que están sumando un ingreso adicional a sus hogares, no de cabezas de hogar. Sin embargo, este es un grupo que requiere contar con posibilidades para optar con mejor preparación que permita aspirar a mejores puestos de trabajo.

Aquí es importante hacer notar que el Gobierno ha venido impulsando políticas que mejoren la empleabilidad, como el fortalecimiento de la educación técnica que ha venido realizando el MEP con la apertura de 60 nuevos colegios de este tipo, que beneficia a casi 10,000 estudiantes; las conversaciones sostenidas con las universidades para que se elaboren planes de estudio en carreras de gran demanda laboral, y el trabajo del INA, que de la mano con organizaciones empresariales ha venido abriendo opciones para capacitación técnica. A esto habría que sumarle los programas que el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social ha venido ejecutando para enfrentar el desempleo juvenil y el tema  de los jóvenes que ni estudian ni trabajan, como el programa Empleáte. Y no se puede olvidar el programa Avancemos, absolutamente pertinente cuando se evidencia en la ECE que el desempleo azota mayoritariamente a quienes tienen secundaria incompleta.

Finalmente, el que los costarricenses tengan la posibilidad de tener un trabajo es importante no solo por razones de dignidad humana, sino porque permite aumentar sus ingresos y de esta manera mejorar su condición de vida. Y eso es lo que ha venido pasando. Según la Encuesta de Hogares del 2012, estimulado por este dinámico mercado laboral, el ingreso promedio de las familias costarricenses creció por encima de la inflación. Eso permitió que por primera vez en cinco años disminuyera la pobreza. De esa manera se cierra el círculo virtuoso crecimiento económico-creación de empleo-aumento del ingreso familiar-disminución de la pobreza que aspira impulsar todo Gobierno. Esto nos confirma que vamos por el camino correcto y hoy Costa Rica avanza.

miércoles, 27 de marzo de 2013

Bajo el ojo del Ministerio Público

El periódico La Nación de hoy 27 de marzo publica en portada, y dedica dos páginas -incluyendo un sugerente "infograma" que ocupa una página completa-, a un refrito de una información que ya AmeliaRueda.com y REPRETEL habían dado a conocer hace aproximadamente tres semanas y CRHoy.com hace casi 2 meses. Por ser uno de los funcionarios mencionados en esa nota, quisiera expresar no sólo mi malestar por la forma, sino además hacer algunas aclaraciones por el fondo.

Primero que nada, y para decirlo con todas las palabras: no hay ninguna acusación en mi contra. Lo que existe es una investigación por parte del Ministerio Público para valorar si hay mérito suficiente para presentar una acusación. Entiendo que lo que esta investigando la Fiscalía es una denuncia de la Defensoría de los Habitantes contra el Consejo Nacional de Concesiones por haber autorizado -supuestamente antes de tiempo-, la apertura de la carretera a Caldera. Y digo que entiendo que se trata de eso porque el procedimiento es tan preliminar que ni siquiera se notifica a quienes están siendo investigados, sólo si se encuentran elementos que sustenten la posibilidad de presentar una acusación, en este caso, de incumplimiento de deberes.

En este punto quisiera hacer algunas observaciones. Las decisiones que tomamos en el CNC respecto a la carretera a Caldera no fueron arbitrarias, se apoyaban en informes tecnicos de los profesionales autorizados. Pero igual debo esperar respetuosamente la valoracion que haga el Ministerio Público de la evidencia que ha venido recabando en los casi tres años que tiene de analizar el caso. Y si concluyera que existen elementos para presentar una acusación formal, inmediatamente renunciaría a mi inmunidad para enfrentar, con la verdad en la mano, el proceso judicial que se pudiera originar.

Ese es mi caso. Como puede verse, se trata de un proceso en etapas muy preliminares por una causa muy específica, de una naturaleza muy particular. Pero en la portada de La Nación de hoy, debajo del titular principal "Fiscalía indaga a 18 altos funcionarios públicos" hay un subtitulo que dice "En Ejecutivo y Legislativo. Chinchilla, miembros del gabinete y diputados en causas por abuso de autoridad y hasta tráfico de influencias". O sea, los 18 investigados lo son por abuso de autoridad y HASTA tráfico de influencias. Transmite una idea equivocada. Y esa puede ser la única con la que la gente se quede.

Esa impresión se refuerza con el infograma titulado "Bajo el ojo del Ministerio Público", en donde las 18 personas investigadas son presentadas de manera especialmente llamativa a lo largo y ancho de una página del periódico. A la par de cada foto de los que estamos "bajo el ojo del Ministerio Público", una brevísima explicación de las causas, mientras que debajo de las fotos se especifica -en mayúscula-, el supuesto delito. En mi opinión, la información presentada en esta página no es suficiente para hacerse una idea de las particularidades de cada caso, lo que podría ayudar a hacer diferencias que a mi parecer son relevantes.

Claro, esa insuficiencia informativa se pudo haber compensado entrevistando a los involucrados. Esa deferencia solo la tuvo el diputado José María Villalta, el único de los 18 mencionados a quien se le dio la oportunidad para referirse -en este caso desestimar como falsa-, a la denuncia que origina la investigación del Ministerio Público. Suerte que tienen algunos de contar con simpatías en el lugar adecuado.

Notas como esta lo dejan a uno indefenso ante la opinión pública. No tuve el chance, no lo tuvo nadie salvo el diputado Villalta, de contextualizar mi caso. De proveer mas información que pudiera, tal vez, contrarrestar la impresión que puede haberle quedado a alguien de que a mi se me está investigando por "abuso de autoridad y hasta tráfico de influencias". Tal vez no habría tenido que explicarle a mi hija angustiada que me llamó para preguntarme por qué mi imagen era desplegada tan llamativamente, como si fuera miembro de algún cartel de corruptos "bajo el ojo del Ministerio Público". No habría tenido que explicarle a un sorprendido Guillermo Zúñiga por qué aparece en esta nota, dado que nadie lo ha notificado nada. Pero solo el diputado Villalta tuvo ese valioso espacio.


No se puede ser tan superficial para informar sobre cosas como esta. Ojo que yo no estoy diciendo que no se debe informar. Todo lo contrario, lo que digo es que hay que hacerlo de la mejor manera posible. Presentar denuncias lo puede hacer cualquier y no tiene consecuencias para quien las presenta, sean ciertas o no. El Ministerio Público cumple con su responsabilidad investigando si la denuncia tiene mérito o no. Eso es todo.

martes, 26 de febrero de 2013

La sorpresa de los investigadores

De una noticia publicada en el periódico La Nación: "el 87,4% de los trabajadores de la Gran Área Metropolitana (GAM) sí se sienten satisfechos con su ocupación y el 85,4% no piensa cambiar de trabajo. Estas son algunas de las conclusiones de la encuesta de opinión Calidad de vida en el trabajo, realizada por el Centro de Investigación en Administración, Economía y Gestión Tecnológica (Ciadeg), del Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC), la cual fue presentada ayer. 

Las conclusiones reflejan un panorama favorable que sorprendió a los mismos investigadores." (las negritas no son del original) 


 Mas que la noticia de la alta proporción de personas que se declaran satisfechas con su situación laboral, quería comentar algo que me llamó la atención: la sorpresa de los investigadores. 


Cuando se hace una investigación en Ciencias Sociales, se parte de una hipótesis que se quiere confirmar, modificar o rechazar. Si como en este caso un resultado produce sorpresa, es porque el mismo es contrario a nuestra hipótesis inicial. La sorpresa de los investigadores del TEC podría derivar entonces de dos posibles razones: no esperaban que tanta gente dijera que está satisfecha con su trabajo, o esperaban que mayoritariamente se declararan insatisfechas con sus ocupaciones. Lo cierto es que el resultado positivo generó sorpresa. Y admitámoslo, probablemente a la mayoría que leyó esta noticia le debe haber pasado lo mismo. Y yo me pregunto, ¿por qué será?. 


La respuesta a esta pregunta, según mi interpretación, pasa por varios ámbitos. Primero, se ha venido construyendo una imagen de la realidad que no parece reflejar lo que verdaderamente está pasando. Se ha impuesto una construcción imaginaria de lo que creemos -o queremos hacer creer- es Costa Rica, a la Costa Rica aparentemente verdadera, que en estudios como el del TEC nos muestra apenas parte de sus desconocidos -¿o invisibilizados?-, contornos.


 ¿Y cuál es la reacción de algunos sectores ante datos de la encuesta del TEC? No es cuestionar lo imaginado, sino descalificar los resultados siguiendo la antigua premisa hegeliana de que si la realidad no coincide con las palabras, peor para la realidad. Eso o acudir a la información anecdótica del entorno inmediato, en la que la rigurosidad de la estadística cede ante la percepción que se apoya en el argumento del tipo "yo conozco mucha gente que no está feliz con su trabajo, por lo que la mayoría de la gente no está feliz con su trabajo" (o su versión del siglo XXI: "en RRSS la mayoría está insatisfecha con sus trabajos, por lo tanto, la mayoría de los trabajadores en el país están igualmente insatisfechos")


¿Y por qué hemos venido creando esa imagen del Costa Rica? Son múltiples factores, pero quiero señalar uno que creo que a veces se soslaya. Vivimos una etapa de nuestra vida democrática en donde las minorías tienen una incidencia inédita en el proceso político. Pero con instituciones anquilosadas, rehenes de un proceso de reforma legal totalmente trabado, la respuesta institucional a las demandas de las minorías no siempre es la mas efectiva, lo que genera un explicable malestar en esos grupos. En tiempos de retiro de las mayorías -descalificadas además como éticamente inferiores-, la voz de las minorías insatisfechas se potencia y tiende a definir el tono del debate público. 


 Ojo que no hablo de la justicia o no de sus reclamos o de su malestar, simplemente digo que se tiende a interpretar el descontento focalizado como una manifestación más grande de lo que realmente es. Su malestar es real y en algunos casos justificado. Pero la sensación de que ese malestar se extiende a la mayoría es un espejismo o una construcción interesada. Insisto: los problemas que enfrentan las minorías son reales. Lo que es desproporcionado es creer que esos problemas de alguna manera definen en su totalidad la situación de un país. 


 Entonces claro, cuando se dan investigaciones como la del TEC o la de UCR, que en noviembre pasado nos dijo que 9 de cada 10 costarricenses se declara feliz con su vida, que nos muestran una Costa Rica esencialmente diferente a esa que prevalece en la imaginación de algunos sectores o en el debate público más ruidoso, viene la sorpresa y la incredulidad. Pero ya para este momento deberíamos saber que la realidad costarricense ha venido mostrando una resistencia admirable a los asaltos teóricos de quienes solo ven las cosas bajo una óptica negativa. Y no parece que vaya a ceder. Y yo por lo menos sí encuentro eso verdaderamente sorprendente.

martes, 5 de febrero de 2013

Soñar solo, es solo soñar

Discurso pronunciado con motivo del 50 aniversario de MIDEPLAN

Reducir la incertidumbre del futuro, es una de las razones fundamentales para la planificación. Planificar es un acto de coraje, es no aceptar pasivamente un destino sino enfrentarlo, domarlo y someterlo a nuestra voluntad. Hace 50 años, un grupo de intelectuales decidió que la construcción de este sueño colectivo que es Costa Rica, requería de algo mas que esperar a que se aclararan los nublados del día. De esa convicción, de esa voluntad de ponerle el pecho a la brisa y definir un camino propio al desarrollo, nació el Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica.

En el centro de la acción de MIDEPLAN en estos 50 años, se encuentra la convicción del trabajo colectivo como medio irrenunciable para alcanzar nuestros sueños. Soñar solos, es solo soñar. Pero cuando soñamos juntos, nos recuerda la activista Cora Weiss, los sueños pueden convertirse en realidad. Por eso en MIDEPLAN creemos que el bien común solo es posible mediante la convergencia de esfuerzos. Y por eso la existencia misma de una institución como MIDEPLAN es posible en un país como Costa Rica, en el que la solidaridad es un elemento consustancial a nuestra nacionalidad. Aun en los tiempos en los que prevaleció un discurso disociador que exaltaba la iniciativa individual como única vía para el progreso social, MIDEPLAN se mantuvo vigente, sustentado en el sentido de pertenencia profundamente costarricense que resistió los embates del cinismo y del escepticismo egoísta.

Mientras tanto, en Latinoamérica se desechaban como un resabio de la guerra fría las instancias de planificación. Muchos países que actuaron de esta manera, hoy están dando marcha atrás. Y han dirigido su mirada a MIDEPLAN, para que aporte su experiencia de 50 años a la revitalización de esa institucionalidad de planificación. No es casualidad que fuera en Costa Rica donde se lanzara la Red de Planificación Centroamericana, que a su vez fue el origen de la Red De Planificación de América Latina. Precisamente nuestro orador invitado de hoy, el amigo Roberto García, ha sido un decidido impulsor de ambas Redes.

Hemos asumido esta responsabilidad que nos impone la confianza de los costarricenses, haciéndonos cargo de la carpintería necesaria para construir el barco de nuestro destino común. Para ello utilizamos herramientas como los planes nacionales de desarrollo, la evaluación permanente del cumplimiento de los planes, la sistematización de la inversión pública, la planificación regional, el ordenamiento de la cooperación internacional y la labor de modernización del Estado costarricense.

Pero además de ayudar a construir el barco, hemos examinado el mapa de los tiempos y oteado el horizonte en busca de los vientos favorables que nos lleven a puertos propicios. Varias veces en la historia nacional, MIDEPLAN ha presentado al país una reflexión de la Costa Rica a la que aspiramos. No hemos olvidado este imprescindible ejercicio prospectivo y llegado el momento cumpliremos con esta responsabilidad.

La labor de MIDEPLAN, por supuesto, no acaba nunca, pues tampoco acaba el perfeccionamiento de nuestro proyecto común. Nuevas demandas, surgidas de coyunturas económicas y sociales específicas, requerirán una actualización continua de la manera de cumplir con nuestras responsabilidades.
La planificación del siglo XXI deberá ser entonces, esencialmente diferente a la de hace 50 años. Ahí donde la planificación fue un ejercicio técnico limitado, se impone la planificación con participación ciudadana, como forma de asegurar continuidad a planes legitimados por la voluntad popular. Ahí donde la planificación fue centralizada, se requiere ahora la planificación desde los territorios, para incorporar las particularidades que aun en un país pequeño como el nuestro existen a nivel regional. Y ahí donde planificábamos para industrializar, debemos convertir a la planificación en un instrumento para transformar nuestra economía, de una basada en el consumo de combustibles fósiles, a una economía de baja emisión de carbono. Esto es lo que hemos denominado planificación verde.

Hemos venido avanzando en algunos de estos ámbitos. En 56 cantones de nuestro país –completaremos los 81 antes de terminar el gobierno-, se han elaborado planes de desarrollo humano local con una importante participación ciudadana. Estos planes constituyen una hoja de ruta de mediano y largo plazo para el desarrollo en esos territorios y podrán ser la base para incorporar una dimensión de trabajo regional –hoy ausente-, a los próximos Planes Nacionales de Desarrollo. ¡Imaginen por un momento los beneficiosos efectos que podrían tener cuatro años continuos de programas de trabajo conjunto entre instituciones públicas y gobiernos locales, basados en la identificación de necesidades con participación social! No parece haber mejor manera de asegurar la eficacia de las políticas públicas.

Porque no nos equivoquemos. Nuestro modelo centralista tuvo mucho éxito en el pasado. Nos dio la seguridad social universal, educación gratuita y obligatoria, suministro de agua potable y electricidad a lo largo y ancho del territorio nacional. Pero ese modelo está empezando a mostrar sus limitaciones. Por eso hemos apostado a un proceso de fortalecimiento de los gobiernos locales como socios estratégicos del gobierno central. Hemos creado instrumentos de coordinación entre municipalidades e instituciones públicas que permitan la definición de programas de trabajo conjunto que aseguren que la acción pública se dirija con precisión a la atención de las verdaderas prioridades comunales. Y seguiremos analizando la mejor manera de cumplir con las obligaciones que la ley nos impone para afianzar este proceso de fortalecimiento, que iniciáramos desde el año 2007.

El otro gran reto que MIDEPLAN debe asumir para que el país pueda afrontar los próximos 50 años es contribuir en la modernización de los procesos democráticos que el país urgentemente requiere. El informe de los Notables ha tenido el mérito de generar un debate público sobre temas vitales para el funcionamiento de nuestro sistema político. Debemos devolverle la eficacia a los procesos de generación de acuerdos. En los últimos tiempos, hemos permitido que la mayorías no solo ya no tengan ningún significado político, sino que, por una intencionada inversión de la escala de valores, pertenecer a una mayoría se ha convertido en algo censurable. Si vaciamos de contenido el concepto de mayorías, debilitamos nuestra democracia y abrimos la puerta para la dictadura de la minoría. En este debate, estará presente MIDEPLAN, aportando su experiencia adquirida en las trincheras de la compleja acción estatal, desde la maraña de regulaciones que atenaza la acción de las instituciones cuyo funcionamiento evaluamos. No hay aquí factores subjetivos como algunos ingenuamente –o tal vez no tanto-, sugieren. Hay una cúmulo nudos gordianos que debemos desatar si queremos modernizar nuestras instituciones para que respondan de mejor manera a las nuevas demandas ciudadanas.

"El éxito no se logra sólo con cualidades especiales. Es sobre todo un trabajo de constancia, de método y de organización." Esta cita, que bien podría atribuírsele a un teórico de la administración, es de un pintor y escritor francés. Define muy bien lo que ha venido haciendo MIDEPLAN en estos cincuenta años, y el carácter dual de nuestro trabajo. Porque hay mucho trabajo involucrado para plasmar la inspiración. Mediante una labor constante, metódica y organizada, hemos podido proveer el lienzo en el que todos podemos pintar la Costa Rica de nuestros sueños. De descubrir el puerto de nuestro destino.
A todos los funcionarios y funcionarias de MIDEPLAN, a nombre de la Viceministra Silvia Hernández , en el mío propio y del país entero, un agradecimiento especial por su trabajo comprometido y honesto. Costa Rica está en deuda con su rigor, con su pasión por la excelencia y por su profunda fe en un futuro mejor. Colaborar en esta labor ha sido, para quienes hemos tenido el privilegio de trabajar en el Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica, el viaje de nuestras vidas.


sábado, 19 de enero de 2013

Yo sí tengo derechos, aunque no debería tenerlos

Yo no debería tener derecho a visitar a mi esposa en el hospital, porque no podría ser considerado familiar cercano. Tampoco debería haber podido construir mi casa, porque el banco no debería haber aceptado que mi esposa y yo fuéramos codeudores para poder pedir un préstamo. Mi esposa no debería ser beneficiaria de seguros o mutualidades, o tener la posibilidad de tomar decisiones por mí en caso de enfermedad.

Resulta que me he casado dos veces. La primera vez lo hice por la Iglesia, por lo que mi matrimonio actual no es reconocido como válido. Pero, aunque no debería tener esos derechos, los tengo. Y la única razón que aparentemente existe para justificar que los tenga, es que soy heterosexual. Pero no dejo de pensar que los argumentos que oigo para oponerse a la aprobación del proyecto de sociedades de convivencia podrían aplicarse perfectamente a mi caso.

Ojalá que ahora que se va a reiniciar la discusión de este tema en la Asamblea Legislativa por fin se de el paso de reconocer derechos a un segmento de la población que actualmente no los tiene. Porque de eso es lo que se trata este tema, de derechos que deben ser para todos. Incluso para los que nos hemos casado dos veces.