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domingo, 16 de junio de 2013

La realidad en datos


La valoración de la gestión de un gobierno debería ser, si se aspira al equilibrio y la objetividad, un ejercicio que incluya al menos dos ámbitos: el político propiamente dicho con todo lo que esto implica, y el de los resultados concretos, a la luz de lo prometido en la campaña electoral. En el caso del actual Gobierno, se ha puesto un marcado énfasis en la evaluación y análisis de lo primero, y se ha sistemáticamente ignorado lo segundo. Al respecto quisiera aportar algunos datos que podrían ser relevantes para un balanceado ejercicio de análisis de la actual gestión.

Los datos que voy a citar como prueba de lo que se ha venido avanzando, son los mismos que se han utilizado en otras ocasiones para criticar la gestión de este y otros gobiernos. El mismo rigor, corrección y objetividad tienen ahora que exhiben un comportamiento positivo, que el que tenían cuando mostraban una situación diferente.

Los mismos datos del Organismo de Investigación Judicial que en el pasado nos reflejaban una situación crítica en materia de seguridad, son los que ahora nos indican una disminución del 17% en la tasa de homicidios entre el año 2011 y 2012, y que la tasa de asaltos a viviendas y de robo de vehículos se ha reducido en un 10,6% y un 15% respectivamente.

Los mismos datos de la Encuesta Nacional de Hogares que nos mostraron una alza sostenida en el porcentaje de hogares pobres en los últimos 5 años, son los que ahora muestran que en el 2012 la tasa exhibió un comportamiento diferente, disminuyendo un 1%.

Los mismos datos del Banco Central de Costa Rica que decían que en el 2008 el Producto Interno Bruto se había contraído en un 1,3%, son los que nos dicen que el crecimiento económico el año pasado alcanzó un 5.1%, el más alto de los últimos 5 años. Son los mismos datos que apenas hace un año nos mostraban tasas de interés rondando el 11%, los que hoy nos muestran la misma tasa en 6,65%. Y todo esto con una tasa de inflación que es de las mas bajas en los últimos 40 años.

Los mismos datos de la Encuesta Continua de Empleo del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) que hace poco mas de un año reflejaban una tasa de desempleo cercana al 11%, son los que ahora muestran una disminución de un 1,1%, después de una creación de empleo de 172,000 puestos de trabajo en los últimos 24 meses. Es esa misma encuesta la que muestra que miles y miles de costarricenses, estimulados por la perspectiva positiva de encontrar trabajo, se incorporaron a la fuerza de trabajo a una tasa que triplica la del crecimiento de la población.

Todos los datos utilizados tiene un fundamento. No es trata de una invención ni de una Costa Rica inexistente. La constante de quienes disputan la veracidad de estos datos es acudir a lo anecdótico o a simplemente desconocerlos mediante un lapidario pero infundado “eso no es cierto”. Si esos indicadores no son ciertos o “no reflejan la realidad”, habría que valorar seriamente cerrar las instituciones que los producen. Si decidimos que la intuición o visiones parciales o interesadas de la realidad tienen un valor superior a esos datos construidos con rigor y objetividad, nunca podremos tener una adecuada y –por qué no decirlo-, justa, evaluación de las políticas públicas.

Como lo mencioné al inicio, valorar la acción de un gobierno es un ejercicio integral. Hay algunos que parecen estar interesados en centrar la evaluación del gobierno de la Presidenta Chinchilla exclusivamente en algunos aspectos. Y no es que estos ámbitos no sean importantes, pero tampoco se puede negar la realidad de los números. Y estos números nos muestran que en el año 2012, se propició el círculo virtuoso al que aspira todo gobierno: un crecimiento económico que generó empleo, lo que resultó en un aumento del ingreso familiar promedio (en un 6,9%, por encima de la inflación) y una disminución de la pobreza. Esa es la realidad irrefutable de los números.

Números que nos indican que, en el último año, miles de mujeres se incorporaron a la fuerza de trabajo, muchas de ellas aprovechando la oportunidad que les da una red de cuido que ahora alberga a 29,000 niños y a 10,000 adultos mayores. Que confirman el esfuerzo que ha venido haciendo el Gobierno para revitalizar la infraestructura nacional, con proyectos en marcha como la carretera a San Carlos, la ampliación de la ruta entre Liberia y Cañas, la carretera Chilamate-Vuelta de Kopper, la recién iniciada 27 de Abril-Villareal, así como las decenas de intervenciones en la red vial cantonal que las municipalidades ejecutan con el apoyo de un préstamo de $200 millones del BID.

La realidad ineludible de los números nos muestra que hoy hay 22,000 nuevos técnicos egresados del INA, 90 nuevos programas de educación técnica que abrió el MEP en estos tres años y que permitieron que 22,000 jóvenes mas pudieran elegir esta opción educativa. Que 8,000 jóvenes que no estudian y no tienen empleo, se beneficien de EMPLEATE, en ruta a incorporarse a la fuerza de trabajo, o que 380.000 estudiantes reciban becas de FONABE o Avancemos. O que nuestras exportaciones crezcan a tasas inusitadas en un mundo que apenas se recupera de la crisis económica y financiera del 2008-2009. O que, pese a la visión de algunos que no hay nada bueno en este país, inversionistas internacionales sigan trayendo miles de millones de dólares, en una obcecada confirmación de nuestro buen nombre a nivel internacional, ratificado por la reciente visita de los Presidentes de la primera y segunda economías del mundo.

De datos así está llena la realidad costarricense del 2012. Todos con fundamento sólido. Refleja la acción de un Gobierno que ha venido paulatinamente cumpliendo lo que se le prometió a los costarricenses, que ha tenido claro su norte desde el primer día. Si a algunos no les gusta lo que muestran esos datos, o quieren invisibilizarlos para darle énfasis solo a otros aspectos, eso no es culpa de la Presidenta. La culpa es de la realidad, terca e inconmovible, que no cambia a voluntad de quienes quieren mostrarla de una manera parcial.

lunes, 3 de junio de 2013

Mi aclaración

Algunos amigos y amigas me han sugerido que escriba en el blog una aclaración sobre algunos conceptos que supuestamente emití en un conversatorio con estudiantes de la Escuela de Ciencias Políticas de la UCR un día de estos, y que alguien citó en Facebook. Después de pensarlo, he decidido hacer la siguiente aclaración:

No dije lo que dicen que dije en la forma que dicen que lo dije. Y eso es todo lo que voy a decir al respecto.

Y eso es lo que creo que debo hacer porque no quiero incurrir en lo que considero son errores de principio. Primero, porque si lo único que se requiere para aceptar como cierto algo es que aparezca en redes sociales, yo ya cumplí el requisito. Porque para alguna gente ese parece ser el caso ¿Vamos a empezar a concederle credibilidad incuestionable a cualquier cosa que se diga en una página de Facebook -en este caso una cita de algo que alguien oyó e interpretó de cierta manera-,  por el solo hecho de que se dice en una red social?. ¿Y eso además impone automáticamente a la persona aludida la obligación ineludible de aclarar, disculparse o morir en la hoguera?. ¿Entonces hay que aclarar cualquier cosa que se diga sin importar si es cierto o no, si está fundamentado o no, por el simple hecho de que alguien lo dice en una red social?. Yo por lo menos no lo creo.

Segundo, el de aceptar que debe responderse obligatoriamente cualquier opinión que se emita a partir de una cosa como esta, aun cuando no se haga el menor esfuerzo por ampliar la información original o indagar si existen elementos adicionales antes de condenar, etiquetar o simplemente insultar. Disparar primero y preguntar después parece ser el código de conducta de algunos en redes sociales. Se es culpable hasta que se demuestre -si eso es posible- lo contrario. Y mientras pasa mas tiempo, mas culpable se es. Reconozco que algunos explícitamente se abstuvieron de sumarse a la turba de linchamiento. A ellos les agradezco su mesura y les ofrezco que si quieren saber qué fue lo que pasó me  manden un correo para contarles de vuelta qué era de lo que hablábamos en ese conversatorio de una hora y media con estudiantes de Ciencias Políticas de la UCR. A los demás, a los que asumieron todo como cierto sin preguntarse nada me imagino que nos les interesa.

Tercero, y esto lo he dicho muchas veces, el de aceptar que las redes sociales tienen un monopolio especial de la representación democrática o un valor social superior a otras formas de ciudadanía. Eso es lo que parecen creer algunas personas que consideran que cualquier cosa que se diga por acá debe ser rebatida o aclarada sin importar la veracidad o rigor de lo que se dice, pues de lo contrario se exhibe una inclinación antidemocrática y/o elitista. Nada más alejado de la realidad: las redes sociales no son representativas, lo he dicho muchas veces y lo mantengo. Y antes de que algunos se rasguen las vestiduras no digo que no sean importantes. Pero no lo son tanto como algunos creen que son (o quisieran que fueran), ni reflejan el sentir del país. A ratos mas bien parece exactamente lo contrario.

Así que sobre lo que se me atribuye que dije solo voy a decir esto: no dije lo que se dice que dije. Debería ser suficiente, así como fue suficiente que alguien lo dijera en otro lugar, para que se diera por cierto. A menos por supuesto, que no quiera creerlo. Pero esa es otra historia.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Terminación por mutuo acuerdo de la concesión San José-San Ramón

Dado que parece haber alguna confusión respecto al proceso de terminación del contrato de concesión San José-San Ramón, quisiera explicar qué es lo que se está haciendo y qué es lo que vamos a hacer para cumplir con la directriz de la Presidenta de la República.

Lo primero es entender que el anuncio hecho en cadena nacional el pasado 22 de abril lo que hace es iniciar un proceso que finalizará con la terminación del contrato por mutuo acuerdo. Expresa una voluntad política, que debe ser concretada dentro del ordenamiento jurídico, por las autoridades legalmente competetentes, en este caso, el Consejo Nacional de Concesiones. No podía la Presidenta en ese momento haber firmado una finalización por mutuo acuerdo, pues existe un procedimiento para esto que esta definido por ley, y que debe ser estrictamente respetado.

Incluso el anuncio hecho en la cadena en mencion no era suficiente, en el entorno legalista de nuestra administración pública, para que la denominada administración concedente, el CNC, comenzara actuar. Se requirió una nota oficial de la Presidencia para que la Junta Directiva del CNC tomara su primer acuerdo, que fue precisamente el de acoger la solicitud de la Presidenta, y solicitar al Departamento Legal del Consejo que indicara cual era el procedimiento legal para, como primer paso, notificar a la empresa de la decisión de la Presidenta.

Una vez que se tuvo la recomendación del Departamento Legal, el jueves 2 de mayo se procedió a notificar al concesionario la suspensión del contrato por un plazo de 60 días, en el que confiamos se pueda alcanzar un acuerdo definitivo.

Con la respuesta de la empresa -que no ha sido conocida todavia de manera oficial-, lo que seguiría es definir la forma en que se trabajará para concretar la terminación del contrato por mutuo acuerdo, lo que requerirá de la discusión de aspectos legales, técnicos y financieros.

La responsabilidad de representar al Estado en esa fase le corresponderá al personal profesional del Consejo Nacional de Concesiones que se designe en el momento en que se defina la metodología de trabajo que se va a utilizar para elaborar este acuerdo. La Junta Directiva acordó además reforzar a este grupo de funcionarios de planta contratando empresas o profesionales que apoyen el trabajo del Consejo según se requiera, así como solicitar la colaboración de diversas instancias del Estado cuando fuese necesario y en función de los temas que vayan surgiendo en la discusión. Vale la pena mencionar que hasta el momento no se ha realizado ninguna contratación, pero cuando se considere necesario hacer alguna, se utilizarán los mecanismos de contratación propios de la administración pública, lo que incluye por supuesto concursos públicos abiertos y transparentes.

Es al final de este proceso que se tendrá un documento con toda los requisitos legales para poder dar por terminado el contrato de concesión. Mientras llegamos a este punto, el contrato se encuentra suspendido, lo que significa que se releva de las responsabilidades que le imponía el contrato a la concesionaria, la que por supuesto suspende toda operación en la carretera.

Este es el proceso a grandes rasgos. Por ser la primera vez que se hace esto en el país, queremos hacerlo con mucho cuidado, en estricto apego a las leyes y de manera transparente. Algo así requiere una gran mesura, paciencia y rigor. La clave es trabajar sin pausa, pero con mucho cuidado, para obtener el mejor resultado posible. En eso estaremos.

domingo, 5 de mayo de 2013

El borrachito de la cédula


Teníamos tal vez 19 o 20 años aquella madrugada en que un grupo de amigos veníamos caminando del entonces popular bar “La Caracas”, lugar que habitualmente era la parada final de una noche de tragos y que quedaba a 100 metros al oeste de la Iglesia de Santa Teresita, famoso por su boca de "chucitos". Eran alrededor de las 3 de la mañana, tal vez un poco mas tarde, cuando nos topamos un operativo policial en donde allanaban una casa en Barrio Escalante. Uno de mis amigos, en ese momento estudiante de segundo año de derecho, y probablemente deseoso de mostrar en todo momento su respeto por el ordenamiento jurídico que ahora estudiaba y -hay que decirlo-, un poco intoxicado por la larga noche de tragos, sacó a duras penas su cédula de la billetera y con un gesto dramático, que denotaba, por lo menos creía él, su respeto a la ley, se acercó a uno de los policías y blandiendo su cédula le pidió a un oficial que verificara su identidad. El policía, mas preocupado por el desarrollo del operativo, lo miró con una expresión incrédula, probablemente sorprendido por lo inoportuno de la solicitud. Pese a esto, el oficial agradeció el gesto de mi amigo, diciéndole que en ese momento no era necesario, y le mandó mas bien a retirarse.

Mi amigo no pudo ocultar su desazón por la respuesta del policía, pero no iba a dejar que eso le impidiera cumplir con lo que percibía como su ineludible obligación legal. Citando algunos artículos de códigos innombrables, siguió atosigando al policía para que le aceptara la cédula y comprobara no solo su identidad, sino además lo buen ciudadano que era, obediente y temeroso de las leyes que ahora empezaba a conocer. El oficial fue pasando de la incredulidad risueña a la impaciencia apenas contenida, y después de varios minutos de inútil discusión con mi amigo se volvió hacia nosotros y notoriamente disgustado nos gritó “¡llévense al borrachito de la cédula!”.

Cierta gente en redes sociales me recuerda al borrachito de la cédula. Al igual que mi amigo hace treinta y tantos años, andan con la cédula de las ideas trasnochadas y los insultos esperando discusiones en RRSS en las que desesperadamente quieren ser incluidos aun cuando no aporten nada mas que frases vacías, golpes de efecto o simplemente ofensas o injurias. Gente que no hace propuestas, muchas veces porque no las tiene, pero en otras porque sabe que su pensamiento radical es rechazado mayoritariamente. Entonces lo que queda es atosigar para llamar la atención, citar artículos de códigos innombrables y tratar de hacer escándalos en donde no los hay. Son los borrachitos de la cédula de las RRSS. Todos sabemos quienes son. Y hasta deberían tener una etiqueta propia (¿#BDLC?).

Por cierto que mi amigo finalmente terminó siendo un abogado exitoso y respetado con el que me reúno frecuentemente a recordar las peripecias de nuestra juventud. Siempre ha insistido que el episodio de la cédula no es cierto. Pero lo que pasa es que no se acuerda. ¿O será que no quiere acordarse?

miércoles, 10 de abril de 2013

¿El Santo equivocado?


Doña Pilar Cisneros invoca a San Ramón para que le explique algunos puntos relacionados con la carretera San José – San Ramón. Aunque ni soy santo ni soy Ramón, sí me voy a referir a algunos de los argumentos que Pedro, no el santo si no el Ministro del MOPT, ha venido reiterando para aclarar los temas que tanto inquietan a doña Pilar.

Respecto al costo de las obras, el ejercicio no puede hacerse de la manera tan simple como lo hace doña Pilar, que dice que si la inflación ha sido de un 6% anual en Costa Rica no es posible que el costo de la carretera se haya duplicado en 10 años. Si eso fuera así, nada debería subir mas de 6% anualmente, y todos sabemos que hay cosas que suben mucho mas que eso. 

Para llegar a esta cifra, se calcula cuanto cuesta hacer en el 2013 todo lo que se planteó hacer en el 2004. Y esa es la cifra que da: $523 millones. Valga la pena mencionar que la Cámara de la Construcción de Costa Rica hizo un cálculo el año pasado del costo de la obra civil de la concesión y le dio $488 millones. La diferencia se explica porque en el cálculo no se incluyeron diseños, planos, seguros y costos financieros, entre otros. Ahí están los $523 millones

El monto del peaje se triplicó pese a que el costo de la obra se duplicó, se queja doña Pilar. Pero para esa actualización no solo tiene en cuenta la inflación en Costa Rica, sino además la devaluación del dólar. Dicho de manera sencilla: $3,9 en dólares del 2013 es igual a $1,3 en dólares del 2004. Esa es la explicación.

Dice doña Pilar que el peaje en la Autopista Cañas será el doble de lo que se cobra en la ruta 27 en un tramo similar. Pero lo cierto es que la inversión por kilómetro que se hace en la General Cañas es el doble de la que se hizo en la 27. Y ojo, que la inversión incluye no solo lo que se le hace a la carretera propiamente, como ampliación de carriles, sino obras como los nuevos pasos a desnivel que hará mucho mas fluido y seguro el tránsito en esta carretera. Y ni hablar de lo que se va a hacer en el puente de la platina. Por eso se cobra más.

Ese ramonense que doña Pilar menciona gasta hoy ¢225 efectivamente pagará ¢3,900 después de ejecutada la obra, pero ahorrará mas que eso en tiempo y dinero con los beneficios que le generarán una carretera mas fluida segura. Y aquí es importante mencionar que una buena carretera no es solo la que tiene mas carriles. Esta es una forma muy simple de ver un tema que en realidad es mas complejo. Por ejemplo, los pasos a desnivel tienen una incidencia enorme en la eliminación de las presas en las intersecciones actuales, fuente de perdida de  tiempo para quienes salen o se incorporan a la carretera, sin mencionar los accidentes que propicia en su diseño actual.

Por último, comparar la vía Cañas-Liberia y la carretera San José-San Ramón es como comparar una plaza de futbol con el Estadio Nacional. Decir que porque dos canchas de futbol miden lo mismo el costo debe ser parecido es una forma muy simple, pero incorrecta, de ver este tema. Las obras en ambos proyectos son completamente diferentes. Es cuestión de poner el listado y costo de cada una de las obras que se van a hacer para que la diferencia se haga evidente.

Yo creo que doña Pilar se equivocó de Santo pidiéndole explicaciones a San Ramón, patrono de las personas falsamente acusadas. Tal vez a quien debió haberle pedido era a San Francisco de Sales, patrono de los periodistas, cuyo norte fue siempre la difusión de la verdad. Pero en cosas de Santos me declaro poco informado.


viernes, 5 de abril de 2013

Empleo, subempleo, desempleo

El su editorial del pasado 25 de marzo, La Nación analiza los resultados de la Encuesta Continua de Empleo (ECE) del INEC, con los datos correspondientes al IV trimestre del año 2012. Por tratarse de un ejercicio importante, me permito a continuación agregar algunos elementos que desde nuestra óptica son esenciales para valorar adecuadamente lo que ha venido ocurriendo con el empleo en Costa Rica, sobre todo en los últimos 18 meses.

Una de las características mas importantes de la Encuesta Continua de Empleo es que nos permite revelar tendencias dentro del mercado laboral.  En este sentido, lo que los datos nos indican es que en los últimos 18 meses la tasa de desempleo ha venido disminuyendo paulatina y sostenidamente, pasando de 10,9% en el III trimestre del 2011, a 9,8% en el IV trimestre del 2012. Pero esta es apenas la mitad de la historia. La Encuesta también nos permite medir la creación de empleo, así como el número de personas que sale a buscar trabajo. Y esos datos deben ser agregados en el análisis, para una apropiada evaluación de lo que está pasando en materia de empleo en Costa Rica.

Según los datos de la misma Encuesta, la población costarricense crece alrededor de un 1,2% anualmente. Sin embargo, el número de personas que salió a buscar trabajo en los últimos 18 meses triplicó ese porcentaje –en el caso de las mujeres el porcentaje fue cinco veces mayor-, cifra que atribuye el INEC a las expectativas positivas generadas por una economía creciendo mas de 5%. Pese a ese aumento importante en la cantidad de gente que salió a buscar trabajo, la economía empleó a mas de 77,000 costarricenses y confirmó la tendencia a la disminución del desempleo que se ha venido observando en los últimos 6 trimestres. Pero es esa gran cantidad de personas que salió a buscar trabajo la razón por la cual la tasa de desempleo como tal no disminuye de manera más acelerada. Este es un hecho que no puede obviarse a la hora de analizar lo que pasa.

Hechas estas precisiones debería entenderse mejor lo que está pasando. La economía está creando una cantidad de trabajos tal que puede absorber no solo el crecimiento normal de la fuerza de trabajo, sino además un número extraordinario de personas que ante las expectativas positivas decide salir a buscar empleo. Por eso el número de ocupados crece, no ligeramente como lo dice el editorial, sino en una cantidad que es a todas luces significativa. Y en el año 2011 la situación fue aun mas explosiva: del I Trimestre del 2011 al I Trimestre del 2012, 174,000 personas encontraron trabajo, de las casi 200,000 que salieron a buscarlo.

Es también por estas consideraciones, particulares a la situación costarricense entre otras de índole técnico, que no es posible comparar las cifras de desempleo de nuestro país con las de la región. Esta es un imprecisión metodológica que no es menor. Pero en lo que sí se coincide es en la tendencia a la baja del desempleo, que en nuestro país es algo viene sucediendo en los últimos 18 meses.

Pero hay otros datos importantes, algunos de los cuales revelan cambios importantes en la configuración del mercado laboral costarricense. En el año 2012 se perdieron 8,625 empleos en el sector primario y 6,083 en el secundario. Pero se crearon 97,078 en el sector servicios, confirmando, no solo una transformación que ha venido experimentando nuestra economía en los últimos años, sino además que la fuerza de trabajo costarricense ha podido adaptarse a ese cambio.

En relación al subempleo, los datos indican que existe una relación bastante directa entre la gran cantidad de mujeres que salieron a buscar trabajo y el aumento en la ocupación en el sector comercio. El análisis sugiere que se trata sobre todo de mujeres jóvenes que ante la expectativa económica positiva deciden participar en el mercado laboral, encontrando sobre todo espacio en el sector comercio, en jornadas parciales. Hablamos mayoritariamente de personas que están sumando un ingreso adicional a sus hogares, no de cabezas de hogar. Sin embargo, este es un grupo que requiere contar con posibilidades para optar con mejor preparación que permita aspirar a mejores puestos de trabajo.

Aquí es importante hacer notar que el Gobierno ha venido impulsando políticas que mejoren la empleabilidad, como el fortalecimiento de la educación técnica que ha venido realizando el MEP con la apertura de 60 nuevos colegios de este tipo, que beneficia a casi 10,000 estudiantes; las conversaciones sostenidas con las universidades para que se elaboren planes de estudio en carreras de gran demanda laboral, y el trabajo del INA, que de la mano con organizaciones empresariales ha venido abriendo opciones para capacitación técnica. A esto habría que sumarle los programas que el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social ha venido ejecutando para enfrentar el desempleo juvenil y el tema  de los jóvenes que ni estudian ni trabajan, como el programa Empleáte. Y no se puede olvidar el programa Avancemos, absolutamente pertinente cuando se evidencia en la ECE que el desempleo azota mayoritariamente a quienes tienen secundaria incompleta.

Finalmente, el que los costarricenses tengan la posibilidad de tener un trabajo es importante no solo por razones de dignidad humana, sino porque permite aumentar sus ingresos y de esta manera mejorar su condición de vida. Y eso es lo que ha venido pasando. Según la Encuesta de Hogares del 2012, estimulado por este dinámico mercado laboral, el ingreso promedio de las familias costarricenses creció por encima de la inflación. Eso permitió que por primera vez en cinco años disminuyera la pobreza. De esa manera se cierra el círculo virtuoso crecimiento económico-creación de empleo-aumento del ingreso familiar-disminución de la pobreza que aspira impulsar todo Gobierno. Esto nos confirma que vamos por el camino correcto y hoy Costa Rica avanza.

miércoles, 27 de marzo de 2013

Bajo el ojo del Ministerio Público

El periódico La Nación de hoy 27 de marzo publica en portada, y dedica dos páginas -incluyendo un sugerente "infograma" que ocupa una página completa-, a un refrito de una información que ya AmeliaRueda.com y REPRETEL habían dado a conocer hace aproximadamente tres semanas y CRHoy.com hace casi 2 meses. Por ser uno de los funcionarios mencionados en esa nota, quisiera expresar no sólo mi malestar por la forma, sino además hacer algunas aclaraciones por el fondo.

Primero que nada, y para decirlo con todas las palabras: no hay ninguna acusación en mi contra. Lo que existe es una investigación por parte del Ministerio Público para valorar si hay mérito suficiente para presentar una acusación. Entiendo que lo que esta investigando la Fiscalía es una denuncia de la Defensoría de los Habitantes contra el Consejo Nacional de Concesiones por haber autorizado -supuestamente antes de tiempo-, la apertura de la carretera a Caldera. Y digo que entiendo que se trata de eso porque el procedimiento es tan preliminar que ni siquiera se notifica a quienes están siendo investigados, sólo si se encuentran elementos que sustenten la posibilidad de presentar una acusación, en este caso, de incumplimiento de deberes.

En este punto quisiera hacer algunas observaciones. Las decisiones que tomamos en el CNC respecto a la carretera a Caldera no fueron arbitrarias, se apoyaban en informes tecnicos de los profesionales autorizados. Pero igual debo esperar respetuosamente la valoracion que haga el Ministerio Público de la evidencia que ha venido recabando en los casi tres años que tiene de analizar el caso. Y si concluyera que existen elementos para presentar una acusación formal, inmediatamente renunciaría a mi inmunidad para enfrentar, con la verdad en la mano, el proceso judicial que se pudiera originar.

Ese es mi caso. Como puede verse, se trata de un proceso en etapas muy preliminares por una causa muy específica, de una naturaleza muy particular. Pero en la portada de La Nación de hoy, debajo del titular principal "Fiscalía indaga a 18 altos funcionarios públicos" hay un subtitulo que dice "En Ejecutivo y Legislativo. Chinchilla, miembros del gabinete y diputados en causas por abuso de autoridad y hasta tráfico de influencias". O sea, los 18 investigados lo son por abuso de autoridad y HASTA tráfico de influencias. Transmite una idea equivocada. Y esa puede ser la única con la que la gente se quede.

Esa impresión se refuerza con el infograma titulado "Bajo el ojo del Ministerio Público", en donde las 18 personas investigadas son presentadas de manera especialmente llamativa a lo largo y ancho de una página del periódico. A la par de cada foto de los que estamos "bajo el ojo del Ministerio Público", una brevísima explicación de las causas, mientras que debajo de las fotos se especifica -en mayúscula-, el supuesto delito. En mi opinión, la información presentada en esta página no es suficiente para hacerse una idea de las particularidades de cada caso, lo que podría ayudar a hacer diferencias que a mi parecer son relevantes.

Claro, esa insuficiencia informativa se pudo haber compensado entrevistando a los involucrados. Esa deferencia solo la tuvo el diputado José María Villalta, el único de los 18 mencionados a quien se le dio la oportunidad para referirse -en este caso desestimar como falsa-, a la denuncia que origina la investigación del Ministerio Público. Suerte que tienen algunos de contar con simpatías en el lugar adecuado.

Notas como esta lo dejan a uno indefenso ante la opinión pública. No tuve el chance, no lo tuvo nadie salvo el diputado Villalta, de contextualizar mi caso. De proveer mas información que pudiera, tal vez, contrarrestar la impresión que puede haberle quedado a alguien de que a mi se me está investigando por "abuso de autoridad y hasta tráfico de influencias". Tal vez no habría tenido que explicarle a mi hija angustiada que me llamó para preguntarme por qué mi imagen era desplegada tan llamativamente, como si fuera miembro de algún cartel de corruptos "bajo el ojo del Ministerio Público". No habría tenido que explicarle a un sorprendido Guillermo Zúñiga por qué aparece en esta nota, dado que nadie lo ha notificado nada. Pero solo el diputado Villalta tuvo ese valioso espacio.


No se puede ser tan superficial para informar sobre cosas como esta. Ojo que yo no estoy diciendo que no se debe informar. Todo lo contrario, lo que digo es que hay que hacerlo de la mejor manera posible. Presentar denuncias lo puede hacer cualquier y no tiene consecuencias para quien las presenta, sean ciertas o no. El Ministerio Público cumple con su responsabilidad investigando si la denuncia tiene mérito o no. Eso es todo.