Don Víctor Hugo Murillo y don Armando Mayorga se refieren en la columna “Buenos Días” del 12 y 13 de octubre, respectivamente, al tema de algunos incidentes que se han suscitado involucrando a periodistas que cubren la información de Casa Presidencial. Ambas columnas comparten una premisa: que lo sucedido se deriva de alguna manera por la renuencia de la presidenta de la República a referirse a temas “incómodos”.
Esta es una apreciación que no tiene sustento en los hechos mismos tal y como sucedieron, pero mucho menos cuando se examina la relación que a lo largo de su carrera política ha tenido la Presidenta con la prensa.
En ninguno de los casos mencionados la Presidenta se negó a dar declaraciones porque las preguntas que se hacían eran incómodas. En el caso del periodista Álvaro Murillo, doña Laura ya le había contestado 5 o 6 preguntas antes de retirarse para continuar con una gira que efectuaba por tres cantones de la provincia de Cartago. Es importante mencionar que la pregunta que don Álvaro no pudo hacer versaba sobre temas que ya había tocado en sus preguntas anteriores.
En el caso de los periodistas Mata y Martínez, a ambos se les había informado de previo que la Presidenta no iba a contestar preguntas en ese momento. Al primero porque se tenía programada una conferencia de prensa para el día siguiente y se consideraba más apropiado este espacio para evacuar con más tiempo las consultas de la prensa; y al segundo porque, como se ha venido haciendo en las actividades públicas de la Presidenta, la atención a la prensa se realiza siempre al finalizar los actos en los que participa.
Valga la pena mencionar que cuando el periodista Martínez aborda a la Presidenta, ella se dirigía, en compañía del presidente del BID a inaugurar el Foro Iberoamericano de Microempresa, y que, como mencioné anteriormente, se le había informado previamente a don Andrés que en ese momento la Presidenta no brindaría declaraciones.
Salvo en el caso del periodista Murillo, existe un registro gráfico de estos hechos, dado que el personal de la Dirección de Prensa de la Presidencia de la República graba en video sus actividades públicas. En este se puede apreciar con claridad que de previo a que se haga una sola pregunta se informa a los periodistas que no se atenderá en ese momento ninguna consulta. No es que la Presidenta, “molesta” por algún tema, pidiera a funcionarios de la Presidencia que bloquearan a los periodistas. Doña Laura está absolutamente consciente de sus deberes y las obligaciones que le impone su cargo, y ha actuado consecuentemente a lo largo de su trayectoria como funcionaria pública.
Aunque hemos hecho un esfuerzo para facilitar y ordenar la atención a la prensa en la Presidencia, estamos conscientes de que hay espacio para mejorar, sobre todo con el objetivo de evitar que hechos como estos se repitan en el futuro, por lo que tomaremos las medidas necesarias para asegurarnos, en lo posible, de que así sea.
Blog personal de Roberto J. Gallardo N., Profesor de la Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad de Costa Rica
martes, 18 de octubre de 2011
jueves, 6 de octubre de 2011
Video enviado a evento de celebración del día del blog
Como no pude asistir presencialmente, envié este video con una reflexión sobre blogs y otros temas a la celebración del día del blog. Ahí se las dejo.
miércoles, 5 de octubre de 2011
Presidenta no dijo que Plan Fiscal es malo
Me refiero a la nota “Laura cataloga plan fiscal como malo” publicada en la edición del martes 5 de octubre del periodico La Republica. Al respecto debo aclarar enfáticamente que la Presidenta de la República nunca calificó como “malo” el plan fiscal, mas bien reafirmó su necesidad y defendió la decisión de incluir el tema de zonas francas como parte de una negociación que hizo posible avanzar este proyecto en la corriente legislativa.
La reflexión de la Presidenta Chichilla que se menciona en la nota citada surge ante una pregunta específica sobre el tema de los impuestos a empresas de zona franca. Doña Laura en su respuesta aprovechó para recordar que este gravamen se incluyó en el texto resultado de la negociación con el Partido Acción Ciudadana. El Gobierno de la República aceptó dicha negociación pues se consideró que resultará mucho mas gravoso para la estabilidad del país y para el proceso de atracción de inversión extranjera una situación macroeconómica precaria como la que tendrá Costa Rica en caso de que no prospere la reforma fiscal. Sería ese un escenario con un déficit fiscal de 8 o 9% del PIB, un alto nivel de endeudamiento público y tasas de interés a la alza en dos años. Ante esta situación se afectaría la calificación de riesgo del país que hemos logrado alcanzar a nivel internacional generando un impacto negativo sobre la inversión extranjera.
Estas consideraciones guiaron la negociación con el Partido Acción Ciudadana, y permitieron alcanzar un texto que ha concitado el apoyo de otras fuerzas políticas en la Asamblea Legislativa, en un ejercicio de responsabilidad y patriotismo como no se veía desde hace ya bastante tiempo en el país. La señora Presidenta ha reiterado una y otra vez la imperiosa necesidad de que las fuerzas políticas puedan alcanzar acuerdos serios y rigurosos, producto de una negociación transparente y basada en principios, como lo fue el que produjo esta reforma fiscal y en el que el Partido Acción Ciudadana, el Gobierno y otras fuerzas políticas actuaron con responsabilidad.
El Gobierno de la República sostendrá el compromiso adquirido con las distintas fuerzas políticas en relación con la reforma tributaria.
La reflexión de la Presidenta Chichilla que se menciona en la nota citada surge ante una pregunta específica sobre el tema de los impuestos a empresas de zona franca. Doña Laura en su respuesta aprovechó para recordar que este gravamen se incluyó en el texto resultado de la negociación con el Partido Acción Ciudadana. El Gobierno de la República aceptó dicha negociación pues se consideró que resultará mucho mas gravoso para la estabilidad del país y para el proceso de atracción de inversión extranjera una situación macroeconómica precaria como la que tendrá Costa Rica en caso de que no prospere la reforma fiscal. Sería ese un escenario con un déficit fiscal de 8 o 9% del PIB, un alto nivel de endeudamiento público y tasas de interés a la alza en dos años. Ante esta situación se afectaría la calificación de riesgo del país que hemos logrado alcanzar a nivel internacional generando un impacto negativo sobre la inversión extranjera.
Estas consideraciones guiaron la negociación con el Partido Acción Ciudadana, y permitieron alcanzar un texto que ha concitado el apoyo de otras fuerzas políticas en la Asamblea Legislativa, en un ejercicio de responsabilidad y patriotismo como no se veía desde hace ya bastante tiempo en el país. La señora Presidenta ha reiterado una y otra vez la imperiosa necesidad de que las fuerzas políticas puedan alcanzar acuerdos serios y rigurosos, producto de una negociación transparente y basada en principios, como lo fue el que produjo esta reforma fiscal y en el que el Partido Acción Ciudadana, el Gobierno y otras fuerzas políticas actuaron con responsabilidad.
El Gobierno de la República sostendrá el compromiso adquirido con las distintas fuerzas políticas en relación con la reforma tributaria.
sábado, 24 de septiembre de 2011
Editorial de Noticias Columbia sobre discurso de la Presidenta Chinchilla ante la Asamblea General de las Naciones Unidas
EDITORIAL DE NOTICIAS COLUMBIA
VIERNES 23 de SETIEMBRE 2011
Todos los temas medulares a exponer ante el mundo quedaron perfectamente interpretados y expuestos por la presidenta Laura Chinchilla, ayer, ante las Naciones Unidas.
Su abordaje del tema de la invasión de la zona norte Caribe costarricense, Isla Calero, por parte de Nicaragua, fue directa, clara, y cargada de ese reproche oportuno al concierto de naciones representadas en ese foro global que es la ONU
En los peores momentos de la invasión, cuando nuestro país barajó todas las opciones que se abrÍan ante la artera acción del gobierno de Daniel Ortega , expertos dijeron: ¡Al consejo de Seguridad! ¡Que las Naciones Unidas pongan en su lugar a Nicaragua! Pero eso no era posible, aconsejaron los que saben, porque Naciones Unidas no reacciona si no hay sangre.
Eso fue lo que con lenguaje directo y sin adornos supo presentar la presidenta Chinchilla, para que se entienda y no se pierda en floridas citas de terceros.
Asimismo, escuchamos en NOTICIAS COLUMBIA, desde el pódium de la ONU en Nueva York a la mandataria precisando el deber de las potencias y los grandes consumidores de droga fuerte, -las potencias-, de indemnizar a estas naciones que son puente, pasto, y ruta de paso de los poderosos cárteles que son poderosos, precisamente porque las potencias compran volumen inimaginable.
La presidenta también abordó el tema del desarrollo y la cooperación, elemento funda mental, para el impulso de las economías, de la educación y las nobles armas que hacen posible el progreso. De nuevo fue muy congruente con lo que nuestra nación, en varias administraciones, ha venido señalándole a las potencias y al mundo en general.
Como Costa Rica tiene un ingreso per cápita mejor que los más desvalidos del África, resulta castigada. No es rica para ver por sÍ misma. No es miserable para que le manden lo básico c. No es, en suma, sujeto de cooperación como quisiéramos.
La presidenta lo ha sabido decir ante Naciones Unidas.
Nos hemos visto bien representados, con una voz que de país, y con un empeño que nos satisface.
VIERNES 23 de SETIEMBRE 2011
Todos los temas medulares a exponer ante el mundo quedaron perfectamente interpretados y expuestos por la presidenta Laura Chinchilla, ayer, ante las Naciones Unidas.
Su abordaje del tema de la invasión de la zona norte Caribe costarricense, Isla Calero, por parte de Nicaragua, fue directa, clara, y cargada de ese reproche oportuno al concierto de naciones representadas en ese foro global que es la ONU
En los peores momentos de la invasión, cuando nuestro país barajó todas las opciones que se abrÍan ante la artera acción del gobierno de Daniel Ortega , expertos dijeron: ¡Al consejo de Seguridad! ¡Que las Naciones Unidas pongan en su lugar a Nicaragua! Pero eso no era posible, aconsejaron los que saben, porque Naciones Unidas no reacciona si no hay sangre.
Eso fue lo que con lenguaje directo y sin adornos supo presentar la presidenta Chinchilla, para que se entienda y no se pierda en floridas citas de terceros.
Asimismo, escuchamos en NOTICIAS COLUMBIA, desde el pódium de la ONU en Nueva York a la mandataria precisando el deber de las potencias y los grandes consumidores de droga fuerte, -las potencias-, de indemnizar a estas naciones que son puente, pasto, y ruta de paso de los poderosos cárteles que son poderosos, precisamente porque las potencias compran volumen inimaginable.
La presidenta también abordó el tema del desarrollo y la cooperación, elemento funda mental, para el impulso de las economías, de la educación y las nobles armas que hacen posible el progreso. De nuevo fue muy congruente con lo que nuestra nación, en varias administraciones, ha venido señalándole a las potencias y al mundo en general.
Como Costa Rica tiene un ingreso per cápita mejor que los más desvalidos del África, resulta castigada. No es rica para ver por sÍ misma. No es miserable para que le manden lo básico c. No es, en suma, sujeto de cooperación como quisiéramos.
La presidenta lo ha sabido decir ante Naciones Unidas.
Nos hemos visto bien representados, con una voz que de país, y con un empeño que nos satisface.
martes, 9 de agosto de 2011
Conocer a los lectores
"Esos alumnos no tienen la culpa de ser ahora incapaces de leer Guerra y Paz o El Quijote. Acostumbrados a picotear información en sus computadoras, sin tener necesidad de hacer prolongados esfuerzos de concentración, han ido perdiendo el hábito y hasta la facultad de hacerlo, y han sido condicionados para contentarse con ese mariposeo cognitivo a que los acostumbra la Red, con sus infinitas conexiones y saltos hacia añadidos y complementos, de modo que han quedado en cierta forma vacunados contra el tipo de atención, reflexión, paciencia y prolongado abandono a aquello que se lee, y que es la única manera de leer, gozando, la gran literatura. Pero no creo que sea sólo la literatura a la que el Internet vuelve superflua: toda obra de creación gratuita, no subordinada a la utilización pragmática, queda fuera del tipo de conocimiento y cultura que propicia la Web" Las anteriores reflexiones las hace el Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa en su columna del pasado domingo en el periódico El País. Estamos en medio de un proceso de reconfiguración del lector que, sospecho, nadie está teniendo en cuenta a la hora de producir información.
¿Qué sabemos de los lectores ticos del siglo XXI? No conozco que, más allá del ámbito del mercadeo, que es en mucho la preocupación principal de las empresas comerciales dedicadas a la producción y transmisión de información, haya estudios que nos permitan delinear con claridad los hábitos de lectura de la gente. Pero cuando según lo muestra un estudio de la firma UNIMER publicado en el semanario El Financiero, casi la mitad de la población costarricense forma parte e interactúa en alguna red social, no es descabellado que la descripción que hace Vargas Llosa del lector contemporáneo pueda extrapolarse al lector costarricense.
Y si esto es así, habría que empezar a repensar la forma en que generamos contenido y lo diseminamos. Y esto no es solo para hacer de ese contenido mas atractivo o valioso para ese "picoteador" de información, sino además porque es posible que ciertos aspectos hasta ahora utilizados de una manera tengan que ser evaluados a la luz de esta nueva perspectiva. Un ejemplo de esto debería ser el titular de las noticias en medios impresos. Hasta ahora, el titular pretendía, creo yo y posiblemente además de otras cosas, servir de "gancho" para atraer la atención del lector sobre una noticia en particular. Actualmente es común encontrar un cierto desencuentro entre titular y contenido, y muchas veces la noticia no es lo que el titular parece decir. Pero sospecho que para muchos lectores el titular se ha convertido en la noticia. Y a la luz de una suposición como esta, habría que valorar de manera distinta los titulares, y definirlos con otro sentido. Si el lector tico está "mariposeando cognitivamente", sacrificando la profundidad por la diversidad de fuentes, quedando en lo externo sin adentrarse en los detalles, es lo menos que se puede hacer.
Pero posiblemente lo que haga falta es hacer un estudio concienzudo sobre las características de los hábitos de lectura de los costarricenses. Hacer un retrato integral, saber bien cómo consume los contenidos informativos. Solo de esa manera podremos superar las consecuencias negativas que pueda generar la ligereza con la que muchos lectores, cuidado y no es la mayoría, está recibiendo y procesando su información.
domingo, 10 de julio de 2011
Construimos un país seguro
Primero tengo que decir que estoy algo sorprendido porque una noticia sobre un lema que venimos usando desde hace 2 meses en las cadenas de radio y televisión de pronto se convirtiera en motivo de discusión. La noticia en cuestión dice que se publicó una directriz para homologar el uso del lema en las comunicaciones oficiales y en campañas publicitarias de las instituciones públicas, de manera que quede claro que todas trabajan con un objetivo común, el de construir un país seguro. Pero por alguna razón algunas personas interpretaron la información de manera que le atribuyen a este acto una intención que no tenía.
¿Qué NO es el lema?
NO es una estrategia de combate a la inseguridad. NO tiene como objetivo “convencer” a la gente que vive en un país seguro. NO desconoce las condiciones actuales en el tema de la seguridad ciudadana ni las atribuye a una simple “percepción”. NO refiere a un hecho consumado, sino a un proceso en desarrollo. NO es un "dictum" mediante el cual, por arte de magia o de artificios propagandísticos decretamos el fin de la inseguridad. El sentido del lema NO es, como lo mencionó un twittero “usar este lema es como ponerse el título de LIC apenas entrando a la U”, sino mas bien “estamos trabajando para obtener el título de LIC”.
¿Qué SÍ es este lema?
Es un mensaje que define la línea de nuestra gestión gubernamental, de lo que queremos lograr y cómo concebimos el proceso de lograrlo. Queremos un país seguro que debemos construir todos juntos, en un esfuerzo gradual pero con sentido de urgencia. Además, el concepto de “seguridad” que utilizamos no se circunscribe al combate a la criminalidad, sino que cada acción se orienta a reforzar la seguridad humana en diferentes ámbitos:
• Seguridad social
• Seguridad ambiental
• Seguridad ciudadana
• Seguridad económica
"Construimos un país seguro" se refiere a nuestro proceso de construcción de una Costa Rica de bienestar en todos esos ámbitos.
Ante la inseguridad ciudadana ¿por qué este lema?
Precisamente es un llamado a todos -sociedad civil, empresa privada y Gobierno- para unirnos en la tarea de construir las defensas y los límites ante la criminalidad. La realidad que vivimos los y las costarricenses hoy, es precisamente la que queremos cambiar. Estamos inmersos en la tarea y a un año de Gobierno, aunque ya vemos avances, reconocemos que falta camino por recorrer. De ahí que pidamos la colaboración de la Asamblea Legislativa, todas las instituciones gubernamentales y la ayuda y organización de la sociedad civil.
La discusión de si estamos haciendo suficiente o lo correcto es compleja y estoy seguro que muchos tendrán su punto de vista. Pero el lema no pretendía ser mas que una declaración publica de la Costa Rica que queremos, lo que por supuesto nos compromete aun mas ante la ciudadanía. Estamos convencidos de que los resultados se irán concretando aun cuando el reto es enorme. Lo peor que podemos hacer es caer en el escepticismo y el pesimismo. No debemos dejar que esto suceda.
¿Qué NO es el lema?
NO es una estrategia de combate a la inseguridad. NO tiene como objetivo “convencer” a la gente que vive en un país seguro. NO desconoce las condiciones actuales en el tema de la seguridad ciudadana ni las atribuye a una simple “percepción”. NO refiere a un hecho consumado, sino a un proceso en desarrollo. NO es un "dictum" mediante el cual, por arte de magia o de artificios propagandísticos decretamos el fin de la inseguridad. El sentido del lema NO es, como lo mencionó un twittero “usar este lema es como ponerse el título de LIC apenas entrando a la U”, sino mas bien “estamos trabajando para obtener el título de LIC”.
¿Qué SÍ es este lema?
Es un mensaje que define la línea de nuestra gestión gubernamental, de lo que queremos lograr y cómo concebimos el proceso de lograrlo. Queremos un país seguro que debemos construir todos juntos, en un esfuerzo gradual pero con sentido de urgencia. Además, el concepto de “seguridad” que utilizamos no se circunscribe al combate a la criminalidad, sino que cada acción se orienta a reforzar la seguridad humana en diferentes ámbitos:
• Seguridad social
• Seguridad ambiental
• Seguridad ciudadana
• Seguridad económica
"Construimos un país seguro" se refiere a nuestro proceso de construcción de una Costa Rica de bienestar en todos esos ámbitos.
Ante la inseguridad ciudadana ¿por qué este lema?
Precisamente es un llamado a todos -sociedad civil, empresa privada y Gobierno- para unirnos en la tarea de construir las defensas y los límites ante la criminalidad. La realidad que vivimos los y las costarricenses hoy, es precisamente la que queremos cambiar. Estamos inmersos en la tarea y a un año de Gobierno, aunque ya vemos avances, reconocemos que falta camino por recorrer. De ahí que pidamos la colaboración de la Asamblea Legislativa, todas las instituciones gubernamentales y la ayuda y organización de la sociedad civil.
La discusión de si estamos haciendo suficiente o lo correcto es compleja y estoy seguro que muchos tendrán su punto de vista. Pero el lema no pretendía ser mas que una declaración publica de la Costa Rica que queremos, lo que por supuesto nos compromete aun mas ante la ciudadanía. Estamos convencidos de que los resultados se irán concretando aun cuando el reto es enorme. Lo peor que podemos hacer es caer en el escepticismo y el pesimismo. No debemos dejar que esto suceda.
jueves, 2 de junio de 2011
Estado de la Administración Pública en Centroamérica
Me pidieron, en el evento al que asisto, que fungiera como relator de una de las mesas de trabajo, la dedicada al diagnóstico de la Administración Pública en la región. Comparto con ustedes el informe de relatoría que presentaré en la sesión plenaria que se celebrará más tarde. Recoge las intervenciones de los diferentes participantes, provenientes de México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Haití, República Dominicana y Nicaragua.
- La pregunta que debe guiar cualquier valoración de la Administración Pública es ¿cuál es el aporte que la AP debe hacer en el proceso de desarrollo de un país?
- Para comenzar a responder esta pregunta, es imprescindible considerar algunos aspectos medulares, que son el resultado de un proceso de reforma de estado que se impulsó hace 30 años, que aunque se ejecutó desigualmente en los países de la región, es homogénea en sus consecuencias de debilitamiento institucional.
- Hay una crisis de legitimidad institucional, que incluye todos los ámbitos. Hay un descrédito de lo político y lo público, el Estado está arrinconado.
- Una tendencia al hiperlegalismo como respuesta a la corrupción en el sector público, ha resultado en un inmovilismo que en mucho es consecuencia de controles excesivos de la acción pública, pero que también proviene de la inseguridad en la que se encuentra el funcionario público ante un marco legal profuso y en muchos aspectos confuso, que opera en contra de la posibilidad de decidir oportunamente. La relativización de la ley potencia la interpretación y genera incertidumbre en la acción pública, incidiendo directamente en la calidad, pertinencia y oportunidad de los servicios.
- Hemos buscado otros actores que suplan al Estado por su ineficacia. El resultado neto de este esfuerzo ha sido, de manera mas o menos generalizada en la región, un reforzamiento del escepticismo y la desesperanza ciudadana, así como un factor desestimulante de la participación social, ante la virtual desaparición del estado de diferentes ámbitos de la vida nacional.
- Pese a lo anterior, la articulación de intereses usualmente de carácter locales o gremiales ha resultado en la participación de grupos específicos, que plantean demandas especializadas que la Administración Pública no necesariamente tiene la capacidad de atender.
- Se agrava aun mas esta debilidad por la tendencia histórica de cambiar cada cuatro años tanto políticas como funcionarios, lo que no permite la construcción de capacidades a largo plazo.
- La elección de lo que el Estado puede aportar no es del todo voluntaria: la globalización ha impuesto ciertas reformas que no solo limitan las posibles respuestas a la pregunta anterior, pero que constituyen en la práctica una limitación a la soberanía nacional.
- También es necesario considerar la presencia de poderes fácticos que operan al margen de la institucionalidad formal pero influyen de manera real en el proceso de formulación de políticas públicas
- Finalmente, cualquier diagnóstico debe sustentarse en indicadores verificables, que permitan valorar el impacto de las reformas que se planteen
- Pero además es imprescindible incluir ciertos ámbitos que tienen una incidencia directa en las posibilidades de definición de la administración pública del futuro:
o Hay un componente ético, un conjunto de valores, paradigmas y modelos que confluyen y se concretan en la forma que adquieren las instituciones. No es posible debatir sobre las posibilidades reales de reforma y revitalización de la Administración Pública sin considerar este aspecto
o De la misma manera, no es posible discutir sobre el rol de la Administración Pública sin considerar la imperiosa necesidad de incorporar la gestión de riesgo, ineludible en una región que, como la centroamericana, sufre frecuentemente los embates de la naturaleza.
o Hay retos inéditos que derivan de hechos singulares y que generan la necesidad de reformular la manera en que se proveen ciertos servicios. Un ejemplo evidente lo constituye la amenaza del narcotráfico.
o Las reformas del estado deben incluir la modificación de leyes que consolidan esquemas políticos no necesariamente democráticos. La reforma, entendida solo como un ejercicio administrativo que no valore el entorno político y social en el que se desempeñan las instituciones, siempre será insuficiente
o El debate sobre el rol de la administración pública será un debate vacío mientras no se le dote de recursos suficientes para que pueda asumir las responsabilidades que se quiera asignarle de cara a los restos del futuro.
o La necesidad de revitalizar la administración pública requiere que las normas que rigen su funcionamiento tengan rango constitucional o, que como mínimo, deriven de procesos de concertación social
- La pregunta que debe guiar cualquier valoración de la Administración Pública es ¿cuál es el aporte que la AP debe hacer en el proceso de desarrollo de un país?
- Para comenzar a responder esta pregunta, es imprescindible considerar algunos aspectos medulares, que son el resultado de un proceso de reforma de estado que se impulsó hace 30 años, que aunque se ejecutó desigualmente en los países de la región, es homogénea en sus consecuencias de debilitamiento institucional.
- Hay una crisis de legitimidad institucional, que incluye todos los ámbitos. Hay un descrédito de lo político y lo público, el Estado está arrinconado.
- Una tendencia al hiperlegalismo como respuesta a la corrupción en el sector público, ha resultado en un inmovilismo que en mucho es consecuencia de controles excesivos de la acción pública, pero que también proviene de la inseguridad en la que se encuentra el funcionario público ante un marco legal profuso y en muchos aspectos confuso, que opera en contra de la posibilidad de decidir oportunamente. La relativización de la ley potencia la interpretación y genera incertidumbre en la acción pública, incidiendo directamente en la calidad, pertinencia y oportunidad de los servicios.
- Hemos buscado otros actores que suplan al Estado por su ineficacia. El resultado neto de este esfuerzo ha sido, de manera mas o menos generalizada en la región, un reforzamiento del escepticismo y la desesperanza ciudadana, así como un factor desestimulante de la participación social, ante la virtual desaparición del estado de diferentes ámbitos de la vida nacional.
- Pese a lo anterior, la articulación de intereses usualmente de carácter locales o gremiales ha resultado en la participación de grupos específicos, que plantean demandas especializadas que la Administración Pública no necesariamente tiene la capacidad de atender.
- Se agrava aun mas esta debilidad por la tendencia histórica de cambiar cada cuatro años tanto políticas como funcionarios, lo que no permite la construcción de capacidades a largo plazo.
- La elección de lo que el Estado puede aportar no es del todo voluntaria: la globalización ha impuesto ciertas reformas que no solo limitan las posibles respuestas a la pregunta anterior, pero que constituyen en la práctica una limitación a la soberanía nacional.
- También es necesario considerar la presencia de poderes fácticos que operan al margen de la institucionalidad formal pero influyen de manera real en el proceso de formulación de políticas públicas
- Finalmente, cualquier diagnóstico debe sustentarse en indicadores verificables, que permitan valorar el impacto de las reformas que se planteen
- Pero además es imprescindible incluir ciertos ámbitos que tienen una incidencia directa en las posibilidades de definición de la administración pública del futuro:
o Hay un componente ético, un conjunto de valores, paradigmas y modelos que confluyen y se concretan en la forma que adquieren las instituciones. No es posible debatir sobre las posibilidades reales de reforma y revitalización de la Administración Pública sin considerar este aspecto
o De la misma manera, no es posible discutir sobre el rol de la Administración Pública sin considerar la imperiosa necesidad de incorporar la gestión de riesgo, ineludible en una región que, como la centroamericana, sufre frecuentemente los embates de la naturaleza.
o Hay retos inéditos que derivan de hechos singulares y que generan la necesidad de reformular la manera en que se proveen ciertos servicios. Un ejemplo evidente lo constituye la amenaza del narcotráfico.
o Las reformas del estado deben incluir la modificación de leyes que consolidan esquemas políticos no necesariamente democráticos. La reforma, entendida solo como un ejercicio administrativo que no valore el entorno político y social en el que se desempeñan las instituciones, siempre será insuficiente
o El debate sobre el rol de la administración pública será un debate vacío mientras no se le dote de recursos suficientes para que pueda asumir las responsabilidades que se quiera asignarle de cara a los restos del futuro.
o La necesidad de revitalizar la administración pública requiere que las normas que rigen su funcionamiento tengan rango constitucional o, que como mínimo, deriven de procesos de concertación social
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